Cuál es el cargo más alto al que puede llegar una mujer dentro de la jerarquía de la Iglesia católica

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Luego de que se diera a conocer la noticia sobre la muerte del papa Francisco en el Vaticano, tras casi 12 años liderando a la comunidad de la Iglesia católica, la Santa Sede se ha convertido en tema de conversación entre los feligreses, en vista de que en los próximos días se llevará a cabo el cónclave.

En ese sentido, algunas personas desconocen cuál es el cargo más alto que ocupan las mujeres dentro de la jerarquía de la institución religiosa, debido a que ninguna ha sido convocada a las votaciones papales para elegir a la nueva autoridad.

A pesar de que por años ha sido difícil imaginar a otras personas ocupando cargos eclesiásticos altos, cada vez más las católicas dejan de estar en segundo plano para pertenecer a los equipos que se encargan de que la Iglesia funcione de manera adecuada.

Conforme a ello, durante el pontificado del santo padre sus esfuerzos por cambiar ciertas tradiciones de la doctrina estuvieron enfocados en aumentar los puestos administrativos para que las mujeres puedan desempeñar otro tipo de actividades.

De esta manera, el 6 de enero de 2025 el papa Francisco nombró a la hermana Simona Brambilla como perfecta de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, convirtiéndose en un hito histórico para la comunidad religiosa.

Además, según algunas cifras reveladas por el portal oficial de Vatican News, en 2023 el número de mujeres empleadas en la Santa Sede fue de 1.165 personas, es decir, cerca del 23,4 por ciento de trabajadores de la institución.

Datos que, en comparación con los recolectados en el año 2013 cuando en sumo pontífice fue nombrado, son bastante elevados, ya que para ese periodo solo 846 católicas conformaban el personal de la institución.

Si bien hasta el momento la presencia de las religiosas dentro de los altos cargos de la Iglesia católica siguen siendo algo reducidos, se sabe que, por ahora, varias de ellas pueden ser superioras de congregaciones, directoras de museos, bibliotecarias, secretarías de gobernación o líderes de dicasterios.

Es importante tener en cuenta que una de las restricciones clave para entender el rol de la mujer dentro de la institución es el sacramento de Orden, el cual dota de autoridad a los fieles para ejercer funciones y ocupar ministerios eclesiásticos.

Al no recibir este signo litúrgico, las religiosas no pueden aspirar a sacerdocios, lo que con el tiempo les impide llegar a ser obispos, cardenales y, en consecuencia, no son convocadas a las votaciones papales para elegir a la máxima autoridad.