Brian Cleary, un farmacéutico clínico de Dublín, rebuscaba en los archivos de la Biblioteca Nacional de Irlanda hace unos años cuando se topó con algo extraordinario: un cuento corto prácticamente desconocido de Bram Stoker, autor de la obra maestra gótica 'Drácula'.
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La historia, un espeluznante cuento sobrenatural titulado 'Gibbet Hill', había sido publicada en 1890 en un periódico irlandés ya desaparecido, pero no había aparecido impresa ni parecía haber sido mencionada en ninguna parte desde entonces.
“Me quedé atónito”, dijo Cleary, quien desde hace mucho tiempo ha estado fascinado por Stoker. “Fui y revisé todas las bibliografías y no estaba por ningún lado. Quería darme la vuelta y gritar: ‘¡Adivinen lo que encontré!’, pero allí había investigadores y académicos de verdad, y yo era sólo un aficionado”.
El cuento no estaba incluido en los documentos de archivo de Stoker y era desconocido para los expertos, dijo Audrey Whitty, directora de la biblioteca nacional. Aunque no es inusual que aparezca algo inesperado en los archivos de la biblioteca —una colección de 12 millones de artículos— el descubrimiento de Cleary destaca por la forma en que lo hizo, dijo.
Él vio por primera vez una referencia a “Gibbet Hill” en un anuncio en el Dublin Daily Express el día de Año Nuevo de 1891. Luego localizó la sección en la que había aparecido el cuento —dos semanas antes, el 17 de diciembre de 1890— y donde había estado “oculto a plena vista”, dijo.
El cuento se desarrolla en Surrey, Inglaterra, en un lugar que se volvió tristemente célebre cuando tres hombres que habían matado a un marinero fueron ahorcados allí en el siglo 18. En él, un hombre sale a dar un paseo y se encuentra con un trío de niños curiosos —un niño “con cabello de oro hilado” y una masa de lombrices oculta en su ropa, y dos niñas indias bonitas de pelo oscuro.
El trío realiza un extraño ritual que involucra música y una serpiente, atan al hombre y lo amenazan con una daga afilada. Aunque se desmaya y no está seguro de qué sucede después —ya no están cuando se despierta— la inquietante experiencia tiene repercusiones que no auguran nada bueno para su futuro.
“Gibbet Hill” es un pequeño cuento espeluznante. También es “muy significativo” y “un nuevo e importante agregado al canon”, de acuerdo con Paul Murray, autor de la biografía “From the Shadow of Dracula: A Life of Bram Stoker” y experto en Stoker.
“Gibbet Hill” fue publicado en un momento crucial en la carrera de Stoker, cuando el autor comenzaba a trabajar en “Drácula”. Muchas de las preocupaciones temáticas de la novela —la delgada línea entre la normalidad y el horror; las transacciones entre sombras entre los vivos y los muertos; los elementos de la extrañeza gótica— aparecen en la historia.
Y al igual que con “Drácula”, Stoker presenta los acontecimientos de “Gibbet Hill” con tanta naturalidad que hace que “lo increíble parezca creíble”, dijo Murray.
Tiene un tema de inquietud colonial que también se expresa en otros libros de esa época, como “The Moonstone” de Wilkie Collins, publicado unos 20 años antes: “El temor inglés a la amenaza proveniente de la periferia del imperio para ejercer venganza y trastocar la vida inglesa”, dijo Murray. “Es la idea de que habría esta invasión de extranjeros a Inglaterra”.