La Niña se despide antes de lo previsto. Este fenómeno climático, conocido por alterar lluvias y temperaturas en distintos puntos del planeta, tuvo este año una aparición breve e inusual.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés), las condiciones oceánicas lograron alinearse con el patrón de La Niña recién a fines del año, pero solo se sostuvieron durante unos pocos meses. Con su retirada, el clima entra ahora en una etapa intermedia conocida como fase neutral, en la que ni La Niña ni El Niño están presentes.
De acuerdo con los expertos, esta fase neutral podría extenderse durante toda la primavera, seguir en el verano y mantenerse incluso hasta comienzos del otoño.
¿Qué pasó con La Niña en los últimos meses?
Aunque su presencia fue corta, La Niña dejó huellas en la atmósfera que podrían seguir sintiéndose por un tiempo. Los meteorólogos siguieron de cerca su evolución porque este fenómeno suele alterar el clima.
Pero, como explicó Michelle L’Heureux, científica del Centro de Predicción del Clima (ENSO, por su sigla en inglés), no desaparece de un día para otro. Aún es incierto cuánto durarán sus efectos.
Su llegada se dio tras un episodio muy fuerte de El Niño, que ayudó a generar temperaturas récord a nivel mundial durante 2023 y 2024. Los océanos se mantuvieron anormalmente cálidos, lo que favoreció fenómenos extremos.
Uno de los más impactantes fue la última temporada de huracanes. El calor en el agua alimentó la formación de 18 tormentas, de las cuales 11 se convirtieron en huracanes. Cinco tocaron tierra en Estados Unidos, incluyendo los potentes Helene y Milton.
El clima de los próximos meses
De acuerdo con los últimos análisis del sistema ENSO, se espera un panorama más cálido de lo normal en casi todo el país durante la primavera y el verano. La mayoría de los estados experimentarán temperaturas por encima del promedio hasta junio, especialmente en el sur.
El calor se debe a varios factores, como la contaminación y la sequía en algunas regiones, que juntos generan un ciclo difícil de frenar. Los expertos anticipan que este escenario podría repetirse, con olas de calor más largas que afectarían cultivos, salud y uso del agua.