‘Yo, el mejor de todos...’ (Último tango)

hace 19 horas 16

Nunca en la historia, en 150 años de fútbol, un futbolista llegó a los cuarenta años en el estado atlético de Cristiano Ronaldo. Está asombrosamente perfecto, impecable. Pareciera poder seguir dos o tres años más en ese nivel físico, por lo que no es utópico que alcance sus objetivos de marcar 1.000 goles oficiales –lleva 917– y jugar el Mundial 2026.

Cuatro o cinco décadas atrás, cuando alguien llegaba a los treinta o treinta y dos calendarios se lo tachaba de veterano. Y lo era. Pelé se retiró de la Selección Brasileña a los 30. La carrera del deportista se ha estirado. Messi fue campeón y figura del Mundial –con 7 goles y 3 asistencias–, a los 35 años y medio. Lewandowski lidera a los goleadores en España próximo a los 37 y Salah atraviesa su mejor temporada en Inglaterra cercano a los 33. Lo vemos también en el tenis con el fenómeno Djokovic, quien sigue en la cima a los casi 38.

El cumpleaños 40 de Cristiano Ronaldo

Cristiano sopló sus 40 velitas el miércoles, dos días después de marcar un doblete al Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos. Y encabeza otra vez la tabla de artilleros de la liga de Arabia Saudita, que es más fuerte de lo que se cuenta. Es un caso de longevidad fabuloso, ayudado por el hecho de sufrir escasísimas lesiones en 23 temporadas. Es claro que él jamás entró en el roce con los zagueros y que aquella gavilla de Sergio Ramos, Pepe, Arbeloa, Marcelo, los dos Carvajal, Xabi Alonso jugaban de compañeros y no de rivales. Por eso y por su extraordinaria profesionalidad y cuidados luce como cero kilómetros.

Tiene puntería de francotirador, pero la tiró afuera en una nota exclusiva que concedió a su amigo Edu Aguirre, el ultramadridista integrante de El Chiringuito. Con una arrogancia jamás vista sentenció: “El mejor de la historia soy yo, punto final. Los números lo dicen”. Y siguió con su megalomanía: “¿Qué quiere decir la palabra goleador? Números, el que pone la pelotita dentro del rectángulo. ¿Quién es el mayor goleador de la historia? Yo creo que soy el jugador más completo que ha existido. Es mi opinión. Hago todo en el fútbol. Juego bien de cabeza, tiro bien faltas, tiro bien del pie izquierdo, soy rápido, soy fuerte, salto... Una cosa es un gusto, te gusta más Messi o Pelé o Maradona. Entiendo eso y lo respeto. Pero decir que Cristiano no es completo, es mentira. ¡Soy el más completo!”. Y cerró a toda orquesta: “Sinceramente, no vi a nadie mejor que yo”.

Muhammad Alí también alardeaba de más, se ponía nariz contra nariz con Sonny Liston y le prometía noquearlo en el sexto asalto. ¡Y era Sonny Liston, que venía de triturar a Floyd Patterson…! Pero cumplía, lo acababa en el sexto. Y antes de estropearle el rostro lo ridiculizaba con su box magistral. Claro, Alí era un genio verdadero, no un esforzado gimnasta. Y además, simpático, chispeante, inteligente. La vanidad, si es graciosa, hasta cae bien. No es el caso de Cristiano.

¿Le alcanzan las cifras a Cristiano para afirmar que es el mejor de la historia?

Desde luego, marcar 917 goles profesionalmente, ganar 34 títulos y cinco Balones de Oro es un mérito fantástico, pero por supuesto no es el mejor de la historia. Está muy lejos de eso. Autoproclamarse superior a Pelé, Maradona o Messi es futbolísticamente sacrílego. No se lo cree ni él. Ese trío está varias galaxias por encima suyo. Y fueron campeones mundiales, que el portugués no lo es. Incluso hay varios más que ocupan un altar supremo: Di Stéfano, Cruyff, Platini, Zidane, Beckenbauer, Ronaldinho, Ronaldo Fenómeno, Xavi Hernández, Gerd Müller, Puskas, Garrincha, George Best. Auténticamente excepcionales, muy superiores en calidad de juego a CR7. Conste que a Di Stéfano y a Puskas los vimos solo por videos y aun así nos cuesta excluirlos. Luego hay una docena del nivel Zico, Bobby Charlton, Michael Laudrup, Baggio, Baresi, Benzema, Neymar, Iniesta… figuras técnicamente exquisitas.

Las personas en Jalisco colocaron el particular letrero.

Las personas en Jalisco colocaron el particular letrero. Foto:Twitter: @fifacom @SantosFC

Pelé fue el futbolista perfecto, Maradona la habilidad sublime unida a una bravura casi suicida. Y Messi es una simbiosis de ambos con más velocidad y más conducción que ambos. Cristiano puede luchar en el rubro centrodelanteros goleadores. Con Müller, Van Basten, Romario, Lewandowski, Hugo Sánchez, Luis Suárez, su propio compatriota Eusebio… Es decir, con los ilustres ‘9’ de la historia. En ese escenario pierde ante la fiereza de Müller, la espectacularidad del mexicano, la clase magistral del holandés, la potencia desmesurada de Eusebio. No obstante, puede torcerles el brazo porque entre artilleros lo que prima es el número. Si uno anotó 917 y otro 560, la comparación empieza a perder sentido. Es como en los cien metros llanos: la marca dice todo. Uno dice “Usain Bolt 9,58” y no hay mucho que agregar.

“Los números están ahí…”, deslizó Cris, que ha vivido para engrosar sus números personales. Sí, las cifras son incontestables. El juego también. El fútbol se convirtió en la máxima pasión de la humanidad, casi comparable al sexo, por la habilidad, el talento, la creatividad, el ingenio, la picardía, la gracia, la inteligencia, el encanto, la gambeta, el amague, el dominio y también la garra, el coraje, la intrepidez... Cristiano Ronaldo no encaja en ninguno de esos ítems. Alguien deslizó una pregunta: ¿a quién le gusta ver jugar a Cristiano Ronaldo…? Nadie se atrevió a responder. Es más un suceso estadístico que futbolístico. Con que te digan cuántos goles hizo, alcanza. “Hay jugadas en mediocampo o incluso más atrás, de Messi, Maradona o Pelé que te pagan las dos horas invertidas en ver el juego, que te arrancan una sonrisa así no terminen en gol”, comenta Ricardo Rozo, brillante analista colombiano.

Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo Foto:AFP

“Creo que hay una animadversión hacia Cristiano”, protesta Andrés Magri, también colombiano, director de la revista Fútbol Total. Rozo le contesta: “No creo que haya animadversión. Es simplemente que una cosa es ser un goleador descomunal, un atleta impresionante y otra un jugador increíble. En el resumen del partido notas la diferencia: en el caso de Cristiano, alcanza con ver su gol, con los verdaderos genios tienes que ver el partido entero”.

En los grupos de fútbol que integramos por WhatsApp con prestigiosos colegas de toda América, España, Italia, se dio un largo debate acerca de las declaraciones de Cristiano Ronaldo, también se realizó una encuesta con cinco opciones: a) Es el mejor de todos; b) Está en el podio; c) En el top 5; d) En el top 10; e) Fuera del top 10. Nadie lo votó en las dos primeras, uno solo lo incluyó en el top 5, tres en el top 10 y todos los demás lo dejaron fuera de los diez primeros. Y votaron decenas.

Son dos cosas diferentes: los goles y el juego. Sucede que en este tiempo en el que se adora la estadística ha quedado un poco relegado el debate sobre el arte, la fantasía que hizo célebre a este deporte. Sin embargo, no ha desaparecido: Messi lleva 60.000 o 70.000 personas a los estadios en la MLS y en Arabia acuden 12.000 a los partidos de Cristiano. La magia sigue prevaleciendo.

No obstante, ha sido un buen disparo ‘marketinero’ el de Cristiano, instaló el tema y muchos que tocan de oído compran el mensaje. El presente tiene un efecto gaseosa: sube la espuma y hace ruido, pero el tiempo ubica todas las cosas en su justo sitio. A Cristiano también le dará el lugar que le corresponda.

Último tango

JORGE BARRAZA

Para EL TIEMPO

@JorgeBarrazaOK

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