La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empezó a enviar a migrantes a cárceles extranjeras como la de El Salvador. Actualmente, analiza si esa posibilidad también cabe para prisioneros estadounidenses, según confirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
"Es una cuestión legal que el presidente está investigando", agregó la funcionaria, quien señaló que Trump solo tomaría esa decisión en el caso de los estadounidenses "más violentos, atroces y reincidentes en delitos" y que "nadie quiere que vivan en sus comunidades", dijo en la sala de prensa.
Envío de migrantes a cárceles extranjeras
La administración Trump ha deportado a más de 200 personas, señaladas por las autoridades migratorias como presuntos criminales extranjeros, hacia cárceles como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en El Salvador.
Esta prisión, catalogada como de máxima seguridad, fue construida por el gobierno del presidente Nayib Bukele para albergar allí a miles de supuestos pandilleros que fueron capturados en múltiples redadas en todo el país.
Para mantener una buena relación con Trump, Bukele ofreció al mandatario enviar a esa cárcel a supuestos miembros de otras organizaciones criminales latinoamericanas, como los de la venezolana Tren de Aragua.
Problemas con las deportaciones para Trump
A esas deportaciones se han sumado múltiples denuncias de familiares de los presos que aseguran que sus parientes no pertenecen a bandas delictivas, como indica el gobierno estadounidense.
El caso más visible hasta ahora es el de Kilmar Abrego García, quien fue deportado de Estados Unidos a su país natal como resultado de un error administrativo admitido.
Bukele afirmó que no liberaría a Ábrego García, a quien Estados Unidos acusa de pertenecer a la pandilla MS-13. Los abogados del detenido niegan su pertenencia a esa organización criminal.