El efecto esperado al bajar las tasas de interés de que la gente saque ahorros para consumir más puede tardar aún meses, señala un informe de la firma Raddar, especializada en consumo.
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Si bien los recortes de las tasas de interés de referencia del Banco de la República han causado que también bajen los intereses que los bancos cobran por prestar y pagan por los ahorros, el análisis de Raddar prevé que la salida de ahorros en CDT será gradual.
En los últimos diez meses, la junta directiva del Banco de la República ha hecho siete recortes de la tasa de interés del Emisor, pasándola de 13,25 por ciento al actual 10,25 por ciento efectivo anual.
Los analistas de la firma comentan que “existe un rezago” entre el incremento o disminución de la tasa de interés y la variación de los saldos de CDT. Así, por ejemplo, en el 2016 se pudo observar que, a pesar de la disminución de la tasa de interés por la época, los CDT disminuyeron de manera lenta como proporción del dinero disponible en la economía (billetes y monedas en manos de la gente más los saldos en las cuentas bancarias).
Hasta dónde llegó el ahorro en CDT con las tasas de interés altas
Durante los periodos de tasas de interés muy elevadas en el 2022 y 2023, los ahorros de la gente en CDT, como proporción del dinero disponible fue similar a los de 2016 y 2017, cuando los incrementos de las tasas no fueron tan agresivos como en la pospandemia. “A pesar de este contexto de tasas más altas, no se ha evidenciado un aumento en el ahorro en CDT que supere de manera notable los niveles alcanzados en 2016”, advierte Raddar.
Esto implica -dice el análisis- que, en el ciclo actual de las tasas, “la salida de dinero de los CDT hacia el mercado también será gradual”.
Frente a la actual caída de los intereses, Raddar muestra que el crecimiento de los saldos de las personas jurídicas se desacelera rápidamente, mientras que los saldos en CDT de personas naturales se desaceleran más pausadamente.
“Actualmente -dice Raddar-, las personas jurídicas se encuentran en niveles de crecimiento cercanos a cero, lo que podría indicar que en los próximos meses es probable que se inicie una salida de recursos, orientándose hacia otras formas de inversión, especialmente en proyectos productivos”.
Más uso del crédito, pero bajan las deudas en tarjetas
Mientras el ahorro aún no cede significativamente, el crédito en agosto mostró algo de reacción, luego de su fuerte caída durante el 2023. El análisis de Raddar apunta a que todas las modalidades de crédito tuvieron crecimiento anual en el octavo mes del año.
Este aumento se atribuye a varios factores, como la disminución de las tasas de interés, la reducción en el nivel de endeudamiento de los hogares, el incremento en el ingreso disponible y una base de comparación baja en 2023.
Con base en datos de la Superintendencia Financiera, según Raddar se destacan especialmente los desempeños de los créditos de libranza (58,9 %), de libre inversión (55,9 %) y para la compra de vehículos (61,2 %).
“Este aumento -comentan- se atribuye a varios factores, como la disminución de las tasas de interés, la reducción en el nivel de endeudamiento de los hogares, el incremento en el ingreso disponible y una base de comparación baja en 2023”.
Sin embargo, los montos desembolsados siguen por debajo de los niveles del 2022, advierten los analistas.
De acuerdo con el reporte, en la dinámica del crédito de consumo el principal aporte corresponde a las tarjetas de crédito para personas con ingresos de más de dos salarios mínimos, con casi la mitad, el 48,8 por ciento. Así, este segmento, que corresponde a ingresos medios y altos, puso la mayor contribución al crecimiento de la colocación de créditos en agosto. En el informe se señala que es probable que las libranzas se estén usando en esta etapa para consolidar deudas y realizar compras para unificar cartera.
Entre tanto, el cupo de las tarjetas de crédito está en los niveles de menor uso en algo más de año y medio, luego de que su utilización llegó al 68 por ciento a finales del 2022. Para agosto pasado el uso del cupo era del 64,9 por ciento, señala el reporte de la firma especializada en consumo. Una explicación posible es que “el pago de las deudas está contrarrestando el aumento en las compras nuevas con tarjetas. Como resultado, es probable que estemos observando un perfil de consumidor con un nivel de endeudamiento más bajo en lo que respecta a tarjetas de crédito”.