Una madre estadounidense de tres hijos reveló en un artículo publicado recientemente que logró superar los problemas de ser primeriza en el cuidado de los hijos utilizando filtros de la aplicación Snapchat para conectar mejor. A años de distancia de aquella época, recuerda las imágenes con cariño, reconociendo que el método fue esencial para su vida.
La maternidad es un momento especial de la vida que llega también con una serie de numerosos obstáculos, y mientras muchos padres destacan el lado positivo, los problemas no dejan de aparecer. Abrumada por la obligación de cuidar a sus bebés en soledad, Sydni Ellis encontró un particular modo de superar las adversidades y conectar con sus hijos, según contó en un artículo publicado por Business Insider.
Tras parir a su primer hijo, la madre experimentó ansiedad y el bebé no ayudaba: lloraba sin parar durante horas, se negaba a prenderse al pecho y la mantuvo despierta todas las noches durante meses.
En medio del esfuerzo por sacar a la familia adelante, Ellis también enfrentaba una lucha personal y, cuando su marido regresó al trabajo, los problemas se intensificaron. Para su salvación, Snapchat fue fundamental en esta etapa de su vida.
"En esos momentos de soledad, me reconfortaba tomar fotos, usar filtros bonitos y divertidos, y luego enviárselas a mis amigos y familiares", escribió en el artículo.
La madre encontró una ayuda única e impensada en los filtros de Sanpchat. Foto:@sydniellis
Los filtros de Snapchat como conexión y ritual con la familia
En la acción de compartir fotos con sus amigos y familiares encontró Ellis una forma de comunicarse, de iniciar una conversación sin necesitar palabras. "Era una manera fácil de conectar. Incluso cuando no enviaba las fotos, tomarme selfis con mi bebé era un momento brillante en mi día. Con cada foto, me sentía más normal", explicó.
A continuación, la joven madre explicó que tomarse fotos con filtros de Snapchat se convirtió en una especie de ritual. Al abrir la aplicación, se alejaba de las preocupaciones casi constantes y los cambios de pañales para conectar con su bebé, haciéndolo reír con las divertidas imágenes de animales y los dibujos animados que aparecían en la pantalla.
De esta manera discurrió la etapa como madre primeriza y, sin darse cuenta, su bebé empezó a dormir toda la noche, a comer alimentos sólidos y a adaptarse a un horario. Hoy, lejos ya de esa etapa, Ellis mira el álbum de fotos de Snapchat y se conmueve recordando aquellos días. "Me recuerda una época difícil, agotadora y, en definitiva, hermosa de mi vida y mi camino como madre. Por eso, estoy eternamente agradecida a las fotos digitales con esquinas dobladas", concluyó.