‘Tengo más experiencia, más formación y más trabajo que muchos que son mayores que yo’: Miguel Uribe

hace 3 semanas 14

El senador Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, oficializó su aspiración de llegar a la Presidencia en 2026. Pero primero, deberá conseguir el aval de su partido, que también buscan las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín, así como el senador Andrés Guerra.

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A propósito de este anticipado inicio de la contienda electoral, EL TIEMPO viene adelantando una serie de charlas con los precandidatos oficiales y en esta nueva entrega hablamos con el senador Uribe, quien coincidió en la necesidad de buscar alianzas con otras fuerzas.

¿Por qué se lanza a la Presidencia cuando estamos a unos 20 meses de las elecciones?

Colombia no da espera. Los problemas se están agravando por un Gobierno que renunció a solucionarlos. Lo cierto es que el país, una vez más, está en guerra, pero en una más dolorosa y grave que la que vimos hace 30 años. Esta se pudo haber evitado, pero este gobierno negoció lo innegociable: la seguridad. Necesitamos seguridad otra vez para volver a creer, invertir, crecer. Sin seguridad no hay inversión, sin inversión no hay política social. Hoy, más que nunca, tenemos que pasar la página. Hay que salir rápido de este caos. He tomado la decisión con un absoluto propósito de imprimirle a la gestión pública una energía que hace falta. El único camino para la paz es la seguridad.

Pero, ¿por qué en este momento?

Colombia no da espera, hay que construir una alternativa. Si bien tenemos que oponernos al daño que está haciendo Gustavo Petro, también tenemos que construir la alternativa para Colombia después del 2026. Pero, además, el próximo mes arranca el proceso de selección del Centro Democrático, entonces había que hacerlo ya.

Usted fue el demorado de su partido...

Es verdad que fui el último en anunciarlo. Lo hice porque me tomé un tiempo recorriendo el país para escuchar a los ciudadanos. Mi candidatura sale de una manera espontánea. Sectores dentro del partido y fuera de él que me piden que contemple la posibilidad de lanzarme a la Presidencia y recorro prácticamente todo el país escuchando a jóvenes, escuchando gremios, empresarios, comerciantes, académicos y comunidades en general. Construyo una propuesta que surge de la ciudadanía que lo que busca, además, es ser el proyecto, la causa que una a Colombia. Aspiro a ser el candidato a la Presidencia que una al país, al Centro Democrático, que una a Colombia. Pero esa unidad no solo se necesita para ganar, se necesita para gobernar porque, de lo contrario va a ser imposible avanzar. Necesitamos una nueva política, un nuevo liderazgo y enfocarnos en solucionar los problemas de los ciudadanos.

Miguel Uribe, senador del Centro Democrático

Miguel Uribe, senador del Centro Democrático

Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO

Primero, tendrá que ir por el aval del Centro Democrático, ¿cómo ve a sus compañeros de bancada que también aspiran?

He tomado la decisión de asumir con absoluto compromiso esta candidatura y, además, con disciplina y respeto. Disciplina para seguir las indicaciones de lo que el partido decida y cumplir con la palabra del proceso que se escoja. Pero también respeto por mis compañeros de bancada que aspiran a la Presidencia, por los demás candidatos y los ciudadanos. Es paradójico que quienes hablan de la política del amor, en verdad lo que hacen es que destilan odio y resentimiento.

Para usted, ¿cuál es el mecanismo ideal para elegir al candidato del partido?

Independientemente del mecanismo, para mí lo fundamental es la fecha de escogencia. Eso determinará el papel del Centro Democrático en la próxima elección. El candidato del partido debe de ser escogido en mayo del 2025, un año antes de la primera vuelta, con el propósito de consolidar una candidatura, terminar un programa de gobierno, poder tejer la unidad que Colombia necesita, preparar el ejército de voluntarios para proteger el voto y que no haya fraude electoral y, finalmente, poder ganar en primera vuelta. Algunos precandidatos del partido consideran que la fecha de escogencia debe de ser hacia finales del próximo año. Creo que eso es un error, es demasiado tarde.

Y sobre el mecanismo...

Hay que evaluar la viabilidad jurídica, el costo político y económico de las dos opciones que hay hoy sobre la mesa: la encuesta y la consulta.

Supongamos que Miguel Uribe se queda con el aval del uribismo. ¿Qué es lo primero que hace al otro día?

Unir al Centro Democrático. Convocaría a todos los precandidatos y a todo el partido a que trabajemos juntos porque este partido es el que está llamado a consolidar el proyecto para el 2026. Somos el único partido que arrancó este gobierno siendo oposición. Hemos sido coherentes, consistentes, juiciosos y propositivos. A cada crítica siempre la acompañamos con una propuesta.

Pero también le va a tocar hacer un llamado a los candidatos de otras fuerzas. ¿Tendrán que buscar alianzas o el partido puede ir solo en primera vuelta?

Sin duda se necesita unidad y juntar diferentes sectores. Bien lo decía antes, por eso considero que el candidato debe de ser escogido en mayo del 2025 para tener el tiempo de consolidarse y construir esas alianzas, construir esa unidad, poder enamorar a los colombianos. Aquí va a haber alianzas y unidad, pero a diferencia de otros momentos donde las alianzas surgieron de acuerdos entre políticos y clase dirigente tradicional, aquí la alianza va a surgir desde la ciudadanía. Somos los ciudadanos los que vamos a ir tejiendo esa alianza para llegar a consolidar, en una única propuesta, para mayo del 2026, un candidato. Habrá que tener una consulta interpartidista en marzo para unir diferentes sectores.

¿Quiénes entrarían en esa consulta y quiénes no?

Es prematuro decir quién entra y quién no entra a esa alianza. Lo que está en juego, primero, es Colombia, y una serie de principios que deben determinar el fundamento de esa unión. Esta no es una unidad por conveniencia, es una unidad con base en unos valores: promoción y democracia de la libertad, promoción y defensa de la propiedad y la iniciativa privada, el reconocimiento de la seguridad como un valor fundamental innegociable y un Estado austero en lo burocrático para tener un estado gigante en lo social. Quienes compartamos ese compás moral, ese compás de valores, tenemos que trabajar juntos. Es evidente que la unidad es lo que nos permite superar la amenaza de Gustavo Petro. Gustavo Petro se quiere quedar en el poder, quiere poner en riesgo las elecciones del 2026 y, sin duda, la única manera de superar esa adversidad es la unidad.

Miguel Uribe

Miguel Uribe

Foto:Miguel Uribe

Y si usted gana las elecciones, ¿qué es lo primero que hace?

Una vez ganemos las elecciones, arranco el plan de trabajo porque el día que me posesione, arranca la ejecución. Colombia necesita un gerente. Fui secretario de Gobierno de Bogotá durante la alcaldía de Enrique Peñalosa, cuando hubo más de 5.000 proyectos que pusimos a andar. Hice parte del equipo que acabó con el Bronx, entre otras ollas, hice parte del equipo que contrató el Metro, un sueño histórico. Tuve a cargo 3 billones de pesos y no tengo un solo escándalo de corrupción. He demostrado que tengo capacidad gerencial e integridad absoluta para manejar. ¿Qué tenemos que llegar a hacer? Dar señales en materia de confianza con la seguridad, recuperar la autoridad y el control, fortalecer a la Fuerza Pública. Tenemos que generar inversión extranjera y nacional para detonar, una vez más, la confianza en este país y poder tener empleo y financiación necesaria para impulsar los programas sociales.

¿Por qué dice usted que el Gobierno pondría en riesgo las elecciones?

No me cabe la menor duda de que va a haber elecciones en 2026, pero también estoy seguro de que quien hoy gobierna va a querer robárselas. Han demostrado su talante antidemócrata, autoritario y déspota. Gustavo Petro hoy es cómplice de Nicolás Maduro en el peor fraude electoral de la historia de la región. Incluso, guarda silencio frente al atropello a los ciudadanos en Venezuela, a sus opositores y a la represión violenta que hoy están viviendo. Pero, además, en Colombia hemos visto cómo desprecia a las instituciones. La constituyente, la búsqueda de la reelección son pruebas de que Gustavo Petro se quiere quedar en el poder. Dicho eso, tenemos que estar preparados. La gran lección de Venezuela es que hay que conseguir los votos y cuidarlos. Por eso parte del equipo electoral de María Corina Machado hace parte de mi equipo. Estamos trabajando en consolidar el mayor ejército de voluntarios que este país jamás haya visto para cuidar el voto y evitar un fraude electoral.

¿Cuál es el modelo de país que usted propone?

Un país donde podamos vivir tranquilos y podamos tener éxito con base a nuestro esfuerzo y nuestro trabajo. Para eso, es determinante la seguridad. Sin seguridad, no hay nada. Necesitamos seguridad para volver a creer, volver a invertir, volver a crecer. Si se pudo hacer antes, se puede volver a hacer ahora. Tenemos que imprimir toda la energía para resolver los problemas de los ciudadanos. Mi única obsesión será resolver los problemas de los ciudadanos. Para eso, es importante que haya seguridad. Con la seguridad hay inversión y con esa inversión financiamos la política social y los programas sociales. La obsesión diaria debe ser resolver los problemas de los ciudadanos, acabar el hambre y acabar la pobreza.

En campaña dirán que usted es muy joven y no está preparado para ser Presidente. ¿Cómo responderá a esas críticas?

Cuando gane las elecciones, voy a tener 40 años. Es una edad justa para enfrentar un desafío como este, con la energía necesaria pero, además, con la experiencia, preparación e historia de vida fundamental para defender esta causa. Independientemente de mi edad, tengo mucha más experiencia, más formación y más trabajo que muchos que son mayores que yo, que buscan ser presidentes, pero no cuentan con esa misma historia. La región hoy está eligiendo líderes jóvenes que están demostrando que tienen carácter, ganas y capacidad. Tenemos que cambiar un presidente incumplido, vago, perezoso, ausente, por un presidente con energía, con ganas, de trabajar 24 horas, siete días a la semana.

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