Ya es una tradición en Estados Unidos que, independientemente de la edad, se celebre cada cumpleaños de los hijos en las familias, pero poco le importó eso a una mujer que tomó la decisión de no festejar más ni hacer fiestas costosas para estas fechas por un motivo en especial.
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Según contó en un artículo para el sitio Business Insider, una madre de seis hijos llamada Nicole Schildt ya no organiza fiestas para los cumpleaños de sus hijos pequeños, debido a que luego los niños no las recuerdan y las considera “un desperdicio de dinero”.
La mujer dijo que es totalmente evitable el estrés que conlleva realizar una fiesta perfecta con muchos invitados más allá de los gastos que conlleva la misma, ya que, por ejemplo, su hija mayor -que hoy tiene 18 años- le reveló que no recuerda sus cumpleaños de niña ni quienes asistieron a ellos.
“Había trabajado incansablemente para crear una experiencia mágica, con la esperanza de que se sintiera querida. En cambio, me di cuenta de que me había agotado planeando estos eventos elaborados que ella no recordaría más tarde. Me hizo cuestionar toda la cultura de las fiestas de cumpleaños”, explicó Schildt, y así fue cómo tomó la decisión de no organizar más fiestas para sus hijos.
“¿Por qué nos esforzamos tanto por celebrar los cumpleaños si la persona a la que van dirigidas no las recuerda? ¿Realmente vale la pena todo ese trabajo?”, reflexionó luego, a pesar de entender el deseo generalizado de los padres de hacer que las fiestas de sus hijos sean especiales.
El nuevo método que aplicó la mujer de Estados Unidos para los cumpleaños de sus hijos
La resolución que tomó Nicole Schildt, según dijo en Business Inisder, fue simplemente festejar solo el primer cumpleaños de sus hijos, es decir el primer año, a modo de celebración y felicitación a sí misma como madre por haber superado ese lapso, que, según muchos dicen, es uno de los más complicados de la maternidad.
“Este primer cumpleaños no es solo para el niño; es un hito para nosotros como padres que hemos sobrevivido a ese primer año tan difícil. El primer año puede ser increíblemente duro: las noches de insomnio y los cambios rápidos hacen que ese cumpleaños se sienta como cruzar la línea de meta de una maratón. ¿Por qué no celebrar ese logro en familia?”, opinó.