El acelerado derretimiento de los glaciares en los Alpes, provocado por el cambio climático, ha obligado a Suiza e Italia a modificar parte de su frontera. El área afectada se encuentra en las proximidades del icónico Matterhorn, una de las montañas más altas de Europa y destino popular para esquiadores.
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Desplazamiento de fronteras naturales
Tradicionalmente, la frontera entre ambos países en esta región se ha definido por las crestas de los glaciares y acumulaciones de nieve. Sin embargo, con el retroceso de los glaciares, las delimitaciones naturales han comenzado a cambiar, lo que generó la necesidad de rectificar los límites territoriales.
En mayo de 2023, una comisión conjunta suizo-italiana elaboró un acuerdo preliminar para ajustar las fronteras. Suiza aprobó oficialmente el nuevo trazado en septiembre, pero Italia aún está pendiente de ratificarlo.
La pérdida de volumen de los glaciares ha sido significativa. Según datos publicados en septiembre del año pasado, los glaciares suizos perdieron un 4% de su volumen en 2023, una cifra solo superada por el récord del 6% registrado en 2022. Estas alarmantes pérdidas están vinculadas a dos veranos consecutivos inusualmente cálidos y a la baja cantidad de nieve acumulada durante el invierno de 2022.
El informe anual de la Swiss Glacier Monitoring Network (Glamos) advierte que si estas condiciones continúan, el proceso de derretimiento podría agravarse, poniendo en riesgo aún más las características geográficas que marcan las fronteras naturales entre los dos países.
Impacto económico y ecológico
El nuevo acuerdo fronterizo ha sido diseñado teniendo en cuenta los intereses económicos de ambas naciones, según informó Suiza. Especificar las nuevas divisiones es crucial para definir responsabilidades en el mantenimiento de áreas naturales clave, como estaciones de esquí y reservas ecológicas.
Las zonas donde se producirán los cambios más notables incluyen el Plateau Rosa, el refugio Carrel y Gobba di Rollin, áreas de alta montaña que ya están sufriendo las consecuencias del retroceso glaciar.
El ajuste de fronteras entre Suiza e Italia es solo una de las muchas señales de cómo el cambio climático está alterando no solo el entorno natural, sino también las fronteras políticas y económicas. Si no se toman medidas para frenar el calentamiento global, fenómenos como este podrían volverse más comunes, obligando a más países a rediseñar sus territorios y sus políticas medioambientales.
O Globo - GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de O Globo y contó con la revisión de una periodista y un editor.