‘Soy rico y no tengo idea de qué hacer con mi vida’: la reflexión de un millonario al que el dinero no le ha dado la felicidad

hace 3 meses 31

Vinay Hiremath, un ingeniero y emprendedor de 34 años, representa una vez más el dicho popular “el dinero no da la felicidad”. 

A pesar de ser multimillonario tras el éxito de su empresa tecnológica Loom, Hiremath enfrenta una profunda incertidumbre sobre el propósito de su vida, ahora que no necesita trabajar.

La crisis de un emprendedor que lo tenía todo

Hiremath, originario de la India y residente en Estados Unidos, cofundó Loom, una herramienta diseñada para realizar capturas de pantalla y grabaciones de video en aplicaciones externas. Según el 'Hindustian Times', la compañía fue adquirida por Atlassian por una suma de 975 millones de dólares, lo que le dejó al empresario una ganancia personal de 60 millones de dólares. Sin embargo, este logro financiero, que podría ser el sueño de muchos, no ha sido suficiente para llenar el vacío que siente.

En su blog personal, Hiremath expresó su frustración tras alcanzar esta libertad financiera. “Este último año, la vida ha sido una neblina. Después de vender mi empresa, me encuentro en la situación totalmente insostenible de no tener que volver a trabajar nunca más. Todo parece una misión secundaria, pero no de una manera inspiradora. No tengo los mismos deseos básicos que me impulsan a ganar dinero o ganar estatus. Tengo una libertad infinita, pero no sé qué hacer con ella y, honestamente, no soy la persona más optimista sobre la vida”, escribió en una publicación titulada “Soy rico y no tengo idea de qué hacer con mi vida”.

Viajes, rupturas y búsqueda de propósito

A pesar de los viajes y relaciones que ha cultivado, Hiremath no ha logrado escapar del vacío existencial que lo atormenta. Su reciente ruptura sentimental lo obligó a enfrentarse a sus mayores inseguridades. “Empezamos a discutir con frecuencia y yo sabía que no era culpa de ella, sino mía. Estaba empezando a aceptar todas las inseguridades que había ido acumulando durante los últimos años y no sentía que pudiera superarlas con ella. Así que rompí la relación después de casi dos años de amor incondicional. Fue extremadamente doloroso, pero fue la decisión correcta. Necesitaba enfrentarme a mí mismo por completo”, confesó.

En un intento por reencontrarse, Hiremath escaló un pico de 6800 metros en el Himalaya, trabajó en una compañía de Elon Musk y ha comenzado a estudiar física como una nueva manera de hallar sentido a su vida.

“Estoy aprendiendo física. ¿Por qué? Me lo digo a mí mismo para sentar las bases de mis principios básicos y poder empezar una empresa que fabrique cosas del mundo real. Parece plausible, pero estoy aprendiendo a aceptar que soy feliz aprendiendo física. Ese es el objetivo en sí mismo. Si no conduce a nada, no hay problema. Si eso significa que nunca haré algo tan espectacular como Loom, que así sea. Ha pasado demasiado tiempo desde que he sido completamente sincero y real conmigo mismo, así que estoy aplicando una dosis saludable de humildad a todo lo que digo y hago. Es lo único que se siente auténtico”, reflexionó.

Al final de este proceso, Hiremath asegura haber aprendido una lección valiosa: “No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita”. 

JORGE VILLANES 

El Comercio (Perú) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio, y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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