El 2024 fue un año complicado para el sector de la vivienda. Sin embargo, con la inflación cayendo y las tasas de interés del Banco de la República reduciéndose Roberto Moreno, presidente de Amarilo, cree que la situación podría darse la vuelta este año. Sin embargo, habla sobre las consecuencias que podría tener no entregar subsidios de Mi Casa Ya.
El 2024 fue un año complicado para las ventas de vivienda. ¿Qué diagnóstico hace de la caída del sector?
Después de la pandemia se nos alinearon los astros con tasas de interés muy bajas y ahorro de las familias, lo que disparó las ventas. Las preventas del 2021 fueron las más altas históricamente en el país. Veníamos de años con 190.000 viviendas comercializadas y las preventas del 2021 fueron 258.000 y las del 2022 llegaron a 234.000.
Sin embargo, después se creó la tormenta perfecta. A la presión de los costos, con mayores precios de los insumos de construcción, se sumó una inflación cada vez más alta al igual que las tasas de interés. Al que había comprado en el 2021 con tasas muy bajas cuando fue a escriturar en el 2023 se le doblaron y se le disminuyó su capacidad de compra. Así, en el 2023 se vendieron 130.000 unidades, lo que en últimas afecta al empleo.
Lo bueno es que ya las tasas están empezando a bajar, la inflación mermando y la capacidad de compra de las familias mejorando. Por ende, ahora es el mejor momento para comprar.
Los subsidios de Mi Casa Ya peligran ante los problemas de caja del Gobierno. ¿Cómo cree que esta situación puede afectar al sector?
Es muy triste porque las familias se entusiasman y empiezan a pagar su vivienda, pero el subsidio no se hace efectivo hasta la entrega. Entonces quien compró hace dos o un año y va a escriturar si no está el subsidio, no tiene cierre financiero. Hay que invitar al gobierno y a todos los actores a que trabajemos en equipo para lograr los recursos, porque eso va a afectar a esas familias y al empleo. No hay que generar incertidumbre. Si no hay reglas del juego claras, no hay inversión.
¿Qué le parece el avance que ha tenido el Pacto por el Crédito entre el sector financiero y el Gobierno?
Me parece que ha sido muy positivo porque se ha generado confianza nuevamente. Bajar las tasas de interés fue muy importante para apoyar a las familias a cumplir su sueño de tener casa propia.
En medio de la mala hora que vive el sector, ¿cómo se encuentra la compañía?
Hemos venido acompañando a las familias para ver cómo les ayudamos con sus cierres financieros para tratar de evitar los desistimientos. Hemos hecho una labor muy grande de tratar de ubicar a esas familias. Por ejemplo, si no pudo comprar un proyecto por el tema de los plazos se le invita a trasladarse a otro con entrega más adelante.
¿Qué proyectos lanzarán próximamente?
Vemos cada vez más confianza en el mercado y a las familias ya entusiasmándose nuevamente en invertir. Los ladrillos son un activo refugio al final del día. En total, esperamos cerrar en unas 109.000 viviendas prevendidas. El proyecto más grande en el que venimos trabajando es Lagos de Torca. Ya hemos entregado vivienda y vamos a seguir haciendo lanzamientos porque tenemos una posición muy grande de tierra. Hay que hacer nuevas vías para la movilidad y cuidar el medio ambiente para equilibrar lo ambiental y lo urbano. En Bogotá, en renovación urbana también está Quora. Lo bonito del proyecto es que no se desplazó a las personas que estaban ahí, sino que se les dio la opción de quedarse, de cambiar metro viejo por nuevo.
¿Cuál es el mayor reto que encuentran en Lagos de Torca?
Ir ejecutando las vías y recuperando las quebradas, el humedal de Torca, la ampliación de la Autopista Norte, de la Séptima y la prolongación de la Boyacá.