Señalándolos como máximos responsables de la comisión de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió este jueves 21 de noviembre órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant y el líder del brazo armado de Hamás Mohamed Deif.
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Las órdenes de captura fueron solicitadas el pasado mes de mayo por el fiscal de la CPI Karim Khan, quien señaló a los líderes israelíes de ser responsables de crímenes "en el territorio del Estado de Palestina (Franja de Gaza) desde al menos el 8 de octubre de 2023", es decir, un día después del ataque de Hamás a Israel, que se saldó con más de 1.200 muertos y dio inicio a la ofensiva hebrea en el enclave palestino.
En su resolución, la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI rechazó por unanimidad las impugnaciones presentadas por Israel en las que alegaba que la Corte no tenía jurisdicción sobre el Estado de Palestina ni sobre ciudadanos israelíes en particular.
En la práctica, es poco probable que la orden termine en la detención de Netanyahu, si se tienen en cuenta los mecanismos que posee la CPI para ejecutar su orden, pero expertos señalan que se trata de una medida simbólica.
¿De qué los acusan y qué pasará entonces con la orden de detención contra Netanyahu y su ministro de Defensa? Le contamos.
¿Por qué la CPI emite las órdenes de arresto?
La Corte Penal Internacional, un organismo creado en 2002, tiene facultad para juzgar "los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional", es decir, el crimen de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y el crimen de agresión.
Según el Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la CPI, una vez iniciada una investigación preliminar, se puede emitir una orden de detención contra una persona al considerar que "hay motivos razonables para creer que ha cometido un crimen que es competencia de la CPI".
También se emite una orden de captura si parece necesaria para asegurar que la persona acusada comparezca a juicio, para que no obstruya ni ponga en peligro la investigación, o para impedir que la persona señalada siga cometiendo el crimen de guerra o de lesa humanidad del que se le acusa.
¿De qué se acusa a Benjamin Netanyahu y a Yoav Gallant?
Los jueces de la Corte emitieron las órdenes de captura contra Nentayahu y Gallant por ser “responsables penalmente de los crímenes de uso del hambre como método de guerra y los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos”. También se les considera responsables del "crimen de guerra de dirigir de forma intencionada ataques contra la población civil” en la Franja de Gaza.
Entre otras cosas, la Corte indica que los líderes israelíes "privaron intencionalmente y a sabiendas a la población civil de Gaza de objetos indispensables para su supervivencia", lo que dio lugar a la muerte de civiles dentro del enclave palestino. También se les responsabiliza de frenar "deliberadamente la entrada de suministros médicos", lo que causó sufrimiento a la población que requería tratamiento médico.
La Sala de Cuestiones Preliminares, no obstante, afirmó que no pudo determinar que se cumplieran los elementos para declarar el crimen de lesa humanidad de exterminio.
¿Qué tan probable es que Netanyahy y Gallant sean detenidos?
Es poco probable, o casi imposible. Según señala el Estatuto de Roma, el Estado parte que recibe una solicitud de detención de la CPI debe tomar las medidas necesarias para ejecutar la captura de forma inmediata y "el detenido debe ser llevado sin demora ante la autoridad judicial competente".
Sin embargo, Israel no es miembro de la Corte Penal Internacional, pues no ratificó el Estatuto de Roma, con lo que Netanyahu y Gallant no corren el riesgo de ser arrestados dentro de su propio país.
La Corte también establece que los países suscritos al Estatuto de Roma están obligados a ejecutar la orden de captura contra Netanyahu o contra Gallant si estos viajan a dichas naciones. Y es que este tribunal carece de una fuerza policial propia, por lo que la ejecución de las órdenes recae en los 124 países que lo integran.
Pero la realidad es que la CPI también carece de un mecanismo de ejecución eficaz, y los Estados miembros pueden estar exentos de realizar detenciones y las eventuales sanciones se limitan a una amonestación verbal.
El presidente ruso, Vladimir Putin, por ejemplo, logró viajar en septiembre a Mongolia, país miembro del Estatuto de Roma, sin ser detenido pese a que posee una orden de captura por el crimen de guerra de deportación ilegal de población (de niños) y traslado ilegal de población (de niños) de Ucrania.
Según los expertos, la orden se convirtió en una cuestión secundaria para Mongolia, en comparación con su necesidad de mantener relaciones políticas y comerciales con el Kremlin.
"En la práctica, los países signatarios del Estatuto de Roma deben hacer cumplir la orden de arresto de las personas sujetas a la orden de la fiscalía de la CPI en sus jurisdicciones nacionales, lo que limita la movilidad de los procesados a nivel global. Sin embargo, su captura es poco probable tanto por la soberanía de los Estados, que pueden evadir su cumplimiento, como por las redes de apoyo político internacional que existen para Netanyahu y su círculo más cercano que le permiten tener impunidad", resume Manuel Camilo González, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana.
¿Entonces, cuál es el efecto real de la orden de captura?
Pese a ello, la orden sí limitará la movilidad de Netanyahu en el exterior al arriesgarse a una orden de captura en 124 países. Putin, por ejemplo, desistió de asistir a la cumbre de los Brics en Sudáfrica y en Brasil ante el riesgo de ser detenido.
No es una decisión política. Es una decisión de un tribunal de justicia internacional
La mayoría de los países europeos hacen parte del Estatuto de Roma, por lo que Netanyahu se arriesga a ser detenido si visita alguno de ellos. Este jueves, de hecho, Países Bajos prometió minimizar su contacto con Netanyahu y arrestarlo si viaja al país, mientras que el diplomático europeo, Joseph Borrell, afirmó que la orden del tribunal debe ser respetada.
"No es una decisión política. Es una decisión de un tribunal de justicia internacional. Esta decisión es vinculante y todos los Estados, todos los Estados parte del estatuto de la corte, incluidos todos los miembros de la Unión Europea, deben implementar esta decisión de la corte", subrayó Borrell.
Estados Unidos, Rusia y China, al contrario, no forman parte del Estatuto de Roma, por lo que Netanyahu no tendría problemas en viajar a dichos países. Washington, de hecho, ya criticó la orden de la Corte al afirmar que "la CPI no tiene jurisdicción en este asunto" y que hubo "inquietantes errores de procedimiento".
González, además, resalta que la orden tiene un peso simbólico. "(Netanyahu queda retratado como un criminal de guerra por la forma en la que ha liderado la guerra en Gaza y los efectos rebotes en otros países de Medio Oriente", explica el experto, y agrega que la orden le da más peso al proceso que lleva la Corte Internacional de Justicia en el que se acusa a Israel del delito de genocidio.
Por lo pronto, Netanyahu ya dejó claro que no retrocederá ni se retirará antes de alcanzar los objetivos militares que se puso Israel, mientras que Gallant afirmó que la orden es un precedente peligroso contra el derecho a la autodefensa.
ANGIE NATALY RUIZ HURTADO - REDACCIÓN INTERNACIONAL - EL TIEMPO