En las últimas semanas, varios residentes del estado de Nueva Jersey se han mostrado bastante preocupados, debido a la presencia de algunos drones que en repetidas ocasiones han sido captados sobrevolando diferentes lugares, sin una explicación aparente.
A pesar de esto, las autoridades federales solamente se han limitado a decir que los vehículos no tripulados no suponen una amenaza para nadie, por lo que no hay necesidad de entrar en pánico.
Sin embargo, la falta de respuestas de parte del Gobierno ha generado que las personas empiecen a crear teorías conspirativas con las que aseguran que los funcionarios federales no han sido del todo honestos con la comunidad.
En ese sentido, se han dado a la tarea de mencionar algunos de los supuestos programas secretos de los que un número muy reducido de personas tienen información en Estados Unidos.
El Área 51
Se trata de una base militar ubicada en medio del desierto, dentro del Campo de Pruebas y Entrenamiento del estado de Nevada, en la que muchos aseguran que el Gobierno ha experimentado con extraterrestres.
Sin embargo, este mito surgió desde que la Fuerza Aérea de Estados Unidos empezó a realizar pruebas con aviones que lograban volar tres veces más alto que uno normal y con una velocidad supersónica.
Counter Intelligence Program (COINTELPRO)
Un Programa de Contrainteligencia lanzado durante la Guerra Fría, a través del cual buscaban neutralizar a aquellas organizaciones que tenían una gran influencia del Partido Comunista de Estados Unidos.
A pesar de ello, en 1971, la Comisión Ciudadana expuso el programa secreto luego de que allanaron una oficina del FBI y encontraron los archivos confidenciales que le entregaron después a la prensa.
Broken Arrow
Este término se refiere a uno de los 32 incidentes militares en los que el ejército estadounidense perdió un arma nuclear en el Mar de Filipinas durante la Guerra Fría.
Si bien durante varias horas estuvieron buscando al piloto encargado y la bomba nuclear, esto no fue posible, ya que desaparecieron 5.000 metros bajo el agua. Por lo que la orden explícita para los miembros de la misión era mantener lo sucedido lejos de la opinión pública.
No obstante, ocho años después de lo ocurrido, dos académicos lograron publicar los documentos que se encontraban en los Archivos Nacionales para que todo el país se enterara de la pérdida del arma.
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STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL