El alza de 9,54 por ciento que tendrá el salario mínimo en el 2025, y que miles de personas, en medio de las celebraciones propias de la Navidad, recibieron con mucho beneplácito, pondrá en apuros no solo al sector productivo del país, dado el encarecimiento que tendrán sus nóminas, sino también a las autoridades económicas que tendrán que lidiar con el incremento de precios y su inminente impacto en la inflación, la dificultad para reducir el desempleo y la informalidad, así como para abaratar aún más el costo del dinero.
Dicho incremento "es un contrasentido, porque los trabajadores celebran que van a tener mayores ingresos, pero no piensan que van a tener también mayores costos", comentó Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) al conocer la decisión del Gobierno, la cual calificó, además, de un 'tiro en el pie', en la medida que esto le complicará el panorama fiscal pues se encarece fuertemente los gastos de la nómina estatal, al tiempo que obliga a ser mucho más cauteloso al Banco de la República frente al recorte de su tasa de interés.
Los comerciantes no son los únicos que ven con preocupación el panorama económico del 2025, luego del anuncio navideño del presidente Gustavo Petro este 24 de diciembre. Los pequeños y medianos empresarios del país, que representan más del 95 por ciento de la fuerza productiva colombiana, advirtieron también sobre los riesgos que se ciernen sobre el sector con un incremento salarial que es considerado como el más alto del siglo, según el centro de pensamiento y de estudios económicos Fedesarrollo.
Su director, Luis Fernando Mejía, dijo que al descontar el dato de la inflación esperado (5,15 por ciento para 2024), dicho incremento real "es similar al de 2022, el cual generó efectos negativos en el mercado laboral y los precios, al aumentar la inflación durante ese año y el siguiente", opinó en un mensaje a través de su cuenta de X.
"Es una cifra bastante preocupante para los pequeños y medianos empresarios del país porque desborda todos los presupuestos que teníamos en materia de ese incremento, pues todos teníamos un máximo de 7 por ciento", señaló Rodolfo Correa, presidente de Acopi, quien agregó que con ello no hay duda de que se incrementarán los costos de producción, lo que impedirá que estos empresarios puedan ampliar sus nómicas de empleados el próximo año, mientras que esos costos nuevos para los empresarios, se tendrán que trasladar a los bienes de los bienes y servicios, lo que dificultará alcanzar la meta de inflación de Banco de la República.
El Banco de la República prevé que a finales del 2025 se pueda alcanzar la meta de inflación. Foto:El Tiempo / cortesía
Incremento superior
Esa meta será aún más difícil de lograr si se tiene en cuenta que el aumento real no fue solo del 9,54 por ciento, como lo anunció el Gobierno esta semana, pues a este hay que sumarle el ajuste en el llamado subsidio de transporte que reciben los trabajadores en adición a su salario y que para el próximo año se eleva en 23 por ciento.
Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), sostiene que al considerar esas dos cifras el alza real del salario mínimo es del 11 por ciento, lo cual es bastante elevado cuando la inflación causada es del 5,21 por ciento. "Esto castigará a la economía y al empleo formal, llevará a una mayor inflación y a que las tasas no bajen tan rápido como se esperaba", dijo, a través de un mensaje en su cuenta de X.
El consenso entre los empresarios del país es que sin duda, el incremento salarial del próximo año es un golpe para la economía en general que deja muy poco margen de maniobra tanto a los empresarios para seguir bajando el desempleo y la informalidad, y un obstáculo para lograr la reactivación que el país necesita con urgencia.
Bruce Mc Master, presidente de la Andi, comentó, también en su cuenta de X que "Las decisiones populistas terminan siendo fiesta de pocos días y hambre hacia el futuro".
Mayor costo de las nómina impedirá que estas puedan aumentarse en el 2025. Foto:Carlos Arturo García
Dijo que "casi siempre se trata de hacer anuncios que mucha gente puede celebrar pero terminan en generando inmensos costos para toda la sociedad en el futuro especialmente para los más vulnerables. Eso no es nuevo, eso ya lo han puesto en práctica muchos mandatarios de muchos lugares del planeta, y los resultados siempre son más pobreza, menos desarrollo, más desempleo, más costo fiscal para el Estado, y finalmente desespero de los gobernantes", precisó.
Y para José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y de Comercio Exterior, y hoy rector de la Universidad EIA, esta decisión afecta a más de 15 millones de colombianos, mientras que los beneficiados son muy pocos, pues terminan haciéndolo a costa de la afectación de la mayoría, comentó en su cuenta de X.
Los beneficiarios
Desde el Observatorio Fiscal y el Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, advierten que el aumento del salario mínimo solo le aplicará a 17 por ciento de los y las trabajadores de Colombia, mientras el 83 por ciento restante estará viviendo entre la informalidad, precariedad y aumentos menores.
Explican que dicha alza solo le aplica al 14 por ciento que gana exactamente el mínimo; a menos del 1 por ciento que devenga más de 10 salarios mínimos y tienen salario integral; a los empleados públicos (más de 500.000) que no negociarán un incremento menor; a los congresistas y altos funcionarios del Estado.
"El 2025 no va ser un año de ganancias en la formalización. Probablemente será un año en el que aumente el desempleo y la no participación. Se mantendrá la tendencia vista entre 2013 y 2023, años en los que los salarios promedio de los formales e informales caerán relativo al salario mínimo pues el crecimiento económico de los salarios y de Colombia no podrá subir igual que el mínimo del decreto", puntualizaron.