Con las mayorías de la Cámara de Representantes a su favor, este lunes 30 de septiembre se iniciará la discusión del articulado de la reforma laboral del gobierno del presidente Gustavo Petro.
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Ya la semana anterior la iniciativa, que vive su segundo round en el Congreso –en 2023 se hundió por falta de trámite y tuvo que ser radicada nuevamente–, superó las primeras pruebas cuando se rechazó la ponencia negativa y, por el contrario, las mayorías acogieron el texto que pedía discutir el articulado.
Pero si bien sobre el papel la Casa de Nariño tiene los votos para que se apruebe el proyecto, no tiene una aplanadora y quedó evidencia que el quorum puede ser frágil.
Fueron 91 votos a favor y 4 en contra para la ponencia positiva. Si uno solo de esos 91 no hubiera estado presente, la sesión se hubiera aplazado porque no alcanzaban el quorum decisorio, que en esa corporación es de 94 parlamentarios. Esa será una de las estrategias de la oposición.
En esta votación no participaron los miembros de ‘la U’, que usualmente acompañan al Gobierno pero fueron recusados, por lo que al menos 13 representantes conservadores fueron decisivos para el avance del texto oficial.
El representante Alexander Quevedo –recordado por haber salvado la reforma de la salud en su primer debate, cuando la oposición tenía los votos para hundirla– apoyó la ponencia negativa y dejó constancia de que como partido se acogió la decisión de no acompañar esa reforma e, incluso, citó la ley de bancadas, la cual señala que todos los miembros de una colectividad deben respetar la decisión que se tome en conjunto y, de lo contrario, se exponen a sanciones. Por esto esos 13 votos conservadores no estarían del todo seguros para el resto del debate, pues no se descarta que las directivas conservadores tomen represalias. Entre quienes acompañaron la ponencia oficial se destacan Wadith Manzur, Armando Antonio Zabaraín y Gerardo Yepes Caro.
Además, Nadia Blel, presidenta de la colectividad, había señalado previamente en entrevista con este diario que no votarían ese texto: “El proyecto del Gobierno no contiene esas líneas azules de nuestro partido. Esa reforma no genera empleo, es algo que no tiene sentido. Es una reforma que, prácticamente, asfixiaría a las micro, pequeñas y medianas empresas de nuestro país. La postura hoy del partido es no acompañar”.
Si las directivas conservadoras ponen en cintura a estos representantes ‘rebeldes’, el Gobierno contaría con alrededor de 95 votos que saldrían de unos 30 liberales, 28 del Pacto Histórico, las 16 curules de paz, unos 8 de ‘la U’, aproximadamente 8 de Alianza Verde y 5 de Comunes.
Cambio Radical y Centro Democrático, acompañados por un buen número de conservadores y otros ‘verdes’ jugarían a romper el quorum, estrategia que resultó en Senado durante la discusión de la reforma laboral el semestre anterior.
Pero esta actitud ha sido cuestionada por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo: "Quiero destacar aquí el apoyo de todas las bancadas de gobierno e independientes que participaron de la discusión. Lo lamento por quienes se salieron de la discusión. Eso no es democrático. Ojalá nos acompañen en la discusión del articulado para mejorar el texto todos los días”.
Los artículos que causan polémica
La reforma estuvo dormida durante varios meses en la Comisión VII de la Cámara de Representantes hasta que el Gobierno llegó a un acuerdo con ‘la U’ y los liberales para eliminar el capítulo de derechos colectivos del proyecto y limitarse a los derechos individuales.
Esto destrabó la discusión, pero sigue habiendo serias dudas sobre el impacto en los costos que traerían cambios como ampliar la jornada nocturna desde las 7 p. m. (actualmente se paga el recargo desde las 9) y pagar los dominicales y festivos con un recargo del 100 por ciento, cuando hoy es del 75 por ciento.
“Incrementar los costos generará una menor contratación de personal en las franjas de trabajo en jornada nocturna. Además, esta medida podrá generar un incremento de la siniestralidad en riesgos laborales debido a que habrá una menor cantidad de trabajadores realizando las mismas tareas y con alto riesgo”, advirtieron, por ejemplo, desde el Consejo Gremial.
“A pesar de su pirotecnia verbal la reforma laboral golpea principalmente a las pequeñas y medianas empresas, destruyendo empleos e incentivando la informalidad”, aseveró, por su parte, el representante Andrés Forero, quien lideró la ponencia de archivo.
Ante esos cuestionamientos, la representante del Pacto Histórico María Fernanda Carrascal salió en defensa del proyecto e insiste en que están “recuperando los derechos laborales de las familias trabajadoras de Colombia”. La congresista asegura que la reforma solo aumentaría el 4 por ciento de los costos laborales y ante las críticas sobre la falta de concertación señala que se está trabajando en el proyecto hace dos años.
Sin embargo, todo indica que el Gobierno tiene la fuerza para que esta iniciativa supere su segundo debate pero en Senado, en la Comisión VII, que hundió la reforma de la salud, será a otro precio y la concertación definirá el futuro de la llamada reforma social.
'Sí hubo concertación’: Heráclito Landinez
¿Estos recargos no generarán desempleo?
El impacto no es mayor. Será un aumento gradual en 5 años en el caso de dominicales y festivos. Y el recargo de jornadas nocturnas es solamente de dos horas. Para un trabajador con un salario mínimo, el recargo adicional sería de 1.900 pesos por hora. Además, no todos los sectores de la economía trabajan en días dominicales o feriados ni de noche.
La oposición dice que no ha habido concertación...
La oposición argumenta que no se concierta, pero ellos quieren un acuerdo sobre la postura de ellos, que es no hacer reforma. Fue un gran acuerdo en la Comisión VII cuando se excluyeron los artículos relacionados con sindicatos. Fue un gran acuerdo. Sí hubo un acuerdo. Es una reforma que les sirve a los trabajadores, pero también a la formalización.
‘La reforma laboral no genera empleo’: Katherine Miranda
¿Cuál es su postura frente a esta iniciativa?
Es la primera reforma laboral desde que yo estoy en el Congreso que no genera empleo, sino que, por el contrario, va a eliminar el empleo. El Banco de la República estipula que alrededor de entre 350.000 y 700.000 empleos se pueden perder por esta reforma laboral.
¿Por qué?
Acá se le va a incrementar al empresario, y no le estoy hablando del empresario grande, porque ese sí está en la capacidad de pagar unas mejores condiciones laborales. Se va a incrementar en un 30 por ciento el valor de cada empleado. ¿Qué va a ser el de la peluquería? ¿Qué va a hacer el del supermercado? Pues sacar a dos, tres personas. Eso va a mandar a la gente a la informalidad, al desempleo, y eso no lo está viendo el Gobierno.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política