Cuidar los dientes representa mucho más que mantener una sonrisa atractiva. Se trata de un componente fundamental para conservar el bienestar general del organismo.
Una correcta higiene oral no solo protege contra caries o inflamaciones, sino que incide directamente en funciones tan relevantes como la digestión, la salud cardiovascular e incluso la autoestima.
A pesar de los cuidados cotidianos, con el tiempo pueden aparecer diferentes complicaciones. Caries, sensibilidad, sangrado de encías y la acumulación de sarro figuran entre los problemas más frecuentes. Este último, aunque suele pasarse por alto, puede derivar en consecuencias severas si no se trata adecuadamente.
Cuide sus dientes con buenos hábitos. Foto:iStock
Sarro: un enemigo silencioso
Según la Cleveland Clinic, el sarro dental consiste en una acumulación sólida de placa bacteriana que se endurece en los dientes y las encías, generando una capa amarilla o marrón.
Esta formación no desaparece con un simple cepillado. “Se trata de una acumulación sólida de placa bacteriana que, si no se elimina a tiempo, se endurece sobre los dientes y las encías, y forma una capa amarillenta o marrón que es imposible de remover con un simple cepillado”, dice el sitio.
El proceso comienza con la placa: una película compuesta por bacterias y restos alimenticios que se forma rápidamente después de comer. Si no se retira correctamente mediante el cepillado y el uso del hilo dental, esta placa se mezcla con minerales presentes en la saliva y termina endureciéndose.
Puede prevenirlo. Foto:iStock
Consecuencias más allá de lo visible
El impacto del sarro va más allá de lo estético. Puede favorecer la aparición de gingivitis, avanzar hacia una enfermedad periodontal y, en casos extremos, causar movilidad o pérdida de piezas dentales.
Además, su acumulación está directamente relacionada con el mal aliento o halitosis. Esto se debe a que el sarro almacena bacterias y residuos que generan compuestos de azufre volátiles. Al albergar bacterias y restos de alimentos, el sarro genera compuestos de azufre volátiles que provocan un olor desagradable y persistente en la boca.
Es importante que conozca la causas del mal aliento Foto:iStock
Los métodos caseros no son la solución
Ante esta situación, algunas personas intentan combatir el sarro con soluciones caseras como el vinagre o el bicarbonato de sodio. No obstante, los especialistas desaconsejan estas prácticas por los efectos adversos que pueden generar.
El vinagre, por su alta acidez, puede dañar el esmalte dental, mientras que el bicarbonato, al ser abrasivo, puede desgastar la superficie de los dientes sin eliminar el sarro ya formado. advierten expertos.
La limpieza profesional, la alternativa segura
Los expertos coinciden en que el procedimiento más eficaz es la limpieza dental realizada por profesionales. Conocida como tartrectomía o profilaxis, esta técnica permite remover el sarro sin dañar las encías ni el esmalte.
Visitar al odontólogo, entonces, se presenta como la mejor opción para recuperar y mantener una buena salud bucal.
Es recomendable hacer chequeos dentales mínimo una vez al año. Foto:iStock
Hábitos diarios para evitar el sarro y el mal aliento
Más allá del tratamiento puntual, la prevención juega un rol esencial. Mantener una rutina de higiene adecuada desde la infancia resulta clave para evitar complicaciones futuras.
Entre las recomendaciones básicas se encuentran:
- Cepillar los dientes al menos dos veces al día, con un cepillo de cerdas suaves y crema dental con flúor.
- Usar hilo dental diariamente para eliminar la placa que se acumula entre los dientes, donde el cepillo no alcanza.
- Reducir el consumo de azúcares y evitar alimentos pegajosos que favorecen la proliferación de bacterias bucales.
- Mantenerse hidratado con suficiente agua, lo que ayuda a limpiar la boca de restos de comida y bacterias.
- Realizar visitas al odontólogo cada seis meses para chequeos de rutina y limpiezas profesionales.
- Evitar el consumo de tabaco debido a que acelera la formación de sarro y contribuye al mal aliento.
- Incorporar enjuagues bucales antibacterianos como complemento de la rutina de higiene diaria.
- Renovar el cepillo de dientes cada tres meses o antes, si las cerdas muestran signos de desgaste.
La Nación (Argentina) / GDA.
¿Qué tan duros son los dientes?
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.