Un reciente estudio reveló que tomar descansos breves durante una caminata podría ser clave para quemar más calorías, en lugar de caminar de manera continua.
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Este descubrimiento fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society B y se basó en pruebas de laboratorio realizadas por voluntarios, quienes participaron en el análisis de las demandas de oxígeno y energía en diferentes tipos de caminatas.
Pausas breves aumentan el gasto energético
La investigación, liderada por un equipo de la Universidad de Milán, en Italia, se centró en los efectos de caminar con pausas cortas y su impacto en el consumo energético.
La mayoría de los estudios previos sobre el gasto de energía en caminatas se habían enfocado en personas que realizaban ejercicio en un estado metabólico estable, es decir, cuando el ritmo cardíaco y el consumo de energía estaban equilibrados, similar a un automóvil que mantiene una velocidad constante.
En este caso, los científicos reclutaron a 10 voluntarios sanos para que caminaran en una cinta a diferentes velocidades, con pausas que variaban entre 10 segundos y cuatro minutos. Durante el ejercicio, se midió el oxígeno consumido por cada participante para calcular las demandas metabólicas en las diferentes situaciones. Los resultados mostraron que el cuerpo requiere más energía al iniciar una caminata, ya que se necesita un esfuerzo adicional para poner en marcha los músculos y calentar el cuerpo.
Más calorías en menos tiempo
Los datos revelaron que tomar descansos cortos entre caminatas puede aumentar el gasto de oxígeno entre un 20 % y un 60 % más en comparación con caminar la misma distancia de manera continua. Esto se debe a que el cuerpo es más eficiente después de unos minutos de actividad sostenida, pero al realizar pausas, el organismo debe volver a adaptarse al esfuerzo, lo que incrementa el consumo energético.
"Cuando caminamos en períodos más cortos, usamos más energía y consumimos más oxígeno para cubrir la misma distancia", explicó Francesco Luciano, investigador principal del estudio, en una entrevista con The Guardian.
Además, se observó que las personas eran menos eficientes en las primeras etapas de una caminata para convertir el oxígeno en energía, mejorando su rendimiento a medida que avanzaban. Este hallazgo resalta los beneficios de las pausas breves durante el ejercicio, especialmente para quienes llevan una vida más sedentaria, como personas mayores o con movilidad reducida.
Beneficios para la salud y la rehabilitación
El estudio también sugiere que estas caminatas con descansos podrían ser útiles para diseñar programas de rehabilitación para personas con movilidad limitada o que padecen enfermedades como la obesidad.
Según Luciano, “los investigadores suelen medir las demandas de energía en sesiones de caminata que duran muchos minutos. Sin embargo, muchas personas ni siquiera pueden caminar tanto tiempo. Pensemos en las personas mayores o en las personas con problemas para caminar”.
Este enfoque más inclusivo para calcular las necesidades energéticas podría ser clave para promover la actividad física en sectores de la población que, hasta ahora, no han podido beneficiarse de los métodos convencionales de ejercicio. Como concluyó Luciano, “comprender los requerimientos energéticos de las caminatas cortas puede ayudarnos a promover la actividad física de una manera más inclusiva”.
O Globo (Brasil) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo, y contó con la revisión de un periodista y un editor.