In-N-Out Burger es una popular cadena de restaurantes de comida rápida del oeste de Estados Unidos que funciona hace 76 años de manera ininterrumpida. Desde sus comienzos, construyó una base de clientes fieles que visitan sus locales para saborear sus hamburguesas únicas, distribuidas en casi 400 establecimientos ubicados en siete estados. Sin embargo, muchos de sus consumidores desconocen la profunda historia que esconde detrás.
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Por ese motivo, Lynsi Snyder decidió publicar un libro en honor a sus abuelos y al aniversario de la franquicia. La mujer de 42 años comenzó a trabajar en el establecimiento en su adolescencia. Ahora, es la única propietaria de la empresa, con un patrimonio neto de US$7,3 mil millones, según reveló Forbes.
“Fue muy molesto leer algunas cosas que no eran exactas, que no eran ciertas. Simplemente tenían la historia equivocada. Es una familia. Es un legado. Desde la primera cosa que leí que estaba mal, quería hacerlo. Era solo cuestión de cuándo. Pensamos que sería estupendo publicarlo en el año del 75º aniversario”, le comentó la dueña a Los Ángeles Times el año pasado, después de publicar The Ins-N-Outs of In-N-Out Burger.
El libro de memorias recorre la vida de sus dos abuelos y fundadores de la marca, Harry y Esther Snyder. Con ayuda de antiguos empleados y archivos recolectados, logró reconstruir la historia con veracidad y una cronología correcta.
In-N-Out, una historia familiar
Los primeros capítulos están dedicados a la infancia de su abuelo, Harry. Según detalló el medio citado, en el capítulo cuatro, "Redención", habla sobre los maltratos tratos que recibió el hombre por parte de su familia y cómo eso lo inspiró para abrir la Fundación In-N-Out.
“Sabía que había partes tristes en la historia, que mi abuelo sufrió malos tratos, pero luego me enteré de que su padre lo pasó realmente mal. Sé que él también sufrió abusos. Fue muy triste. Y también es una gran historia de éxito, porque creo que su padre no creía que fuera a llegar a mucho. Y él hizo realidad su sueño, y obviamente su éxito ha ido más allá de su vida”, le comentó a LA Times.
Otras páginas también abordan la infancia de su abuela, quien es un ejemplo a seguir para Lynsi y fue muy querida en la comunidad por su fe cristiana, las sensaciones de la autora al visitar las primeras sedes de la franquicia cuando era una niña, la muerte de su tío y el abuso de sustancias que sufrió su padre.
Los abuelos de Lynsi abrieron el primer In-N-Out en 1948
Sus abuelos abrieron el primer autoservicio de la marca en octubre de 1948, en Baldwin Park. Lo lograron con una inversión de US$5.000 y un socio, Charlie Noddin. En ese momento, Harry tenía 35 años y Esther 28.
Con el tiempo, sus comidas tuvieron éxito y pudieron expandirse más allá de California, contando con restaurantes en otros estados estadounidenses como Arizona, Nevada, Oregón, Texas, Utah y Colorado.
Por su parte, Lynsi comenzó a trabajar como empleada a sus 17 años en un establecimiento de Redding. Se le asignaron las mismas tareas que a los demás empleados, incluso trabajó en las cocinas de los dive-thru. En 2010, cuando solo tenía 27 años, se convirtió en presidenta de la empresa por ser la única heredera, dado que su padre falleció en 1999.
La mujer no llegó a conocer a su abuelo, quien murió en 1976 a sus 63 años después de una larga batalla contra el cáncer de pulmón. Su abuela, Esther, falleció en 2006 a sus 86.