La mayoría de personas alrededor del mundo utilizan jabón para bañarse, pues es un elemento indispensable para que el cuerpo quede realmente limpio. Sin embargo, muchos podrían escoger no usar este producto de aseo y simplemente tomar las duchas con agua nada más.
La doctora Bernadette Eberlein, médica principal en la Clínica de dermatología y alergología de Biederstein, en la Universidad Técnica de Múnich, profundiza acerca de los daños que el agua podría generar en la barrera cutánea.
El uso de los geles de ducha y jabones empeoran la situación al eliminar las grasas protectoras que tiene la piel. A pesar de que el jabón es efectivo para retirar el polvo, sudor y las células muertas, no se considera la mejor opción cuando del cuidado de la piel se trata, según Eberlein.
El jabón podría ser un producto innecesario durante la limpieza del cuerpo. Foto:iStock
Al utilizar nada más que agua durante las duchas se pueden mantener las grasas y los microorganismos naturales que tiene la piel para poder defenderse de cualquier factor externo. Esto hace que sea menos necesario restaurar la barrera cutánea con algún tipo de crema luego de cada baño.
¿Cómo cuidar la piel sin evitar el uso del jabón?
Para aquellas personas que no quieren dejar de usar el jabón, los dermatólogos recomiendan el uso de algunos productos ecológicos que tengan tensioactivos derivados del azúcar o el coco y que tengan un pH cercano a 5. Esto funcionará para reforzar el manto ácido de la piel sin eliminar sus grasas naturales.
Es importante que evite cualquier tipo de producto que tenga fragancias, colorantes y conservantes. De la misma manera, resulta fundamental que deje de lado aquellos geles que contengan espumas o escarcha.
El uso de jabones ecológicos podría disminuir los riesgos de daños en la piel. Foto:iStock
Los jabones alcalinos están completamente descartados por los dermatólogos, ya que ponen en riesgo el manto ácido que protege la piel durante horas, lo que facilita que cualquier tipo de patógeno entre en contacto directo con la piel.
Es importante que antes de incluir cualquier tipo de producto nuevo a su rutina de baño, consulte primero con un dermatólogo que valide que su uso no tendrá ningún tipo de reacción no deseada sobre su piel.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO