Erika Glasser, actriz de ‘Padres e hijos’, reveló que fue víctima de abuso por un profesor del colegio

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En los últimos días, la actriz Erika Glasser, reconocida en la televisión colombiana por su participación en la telenovela ‘Padres e hijos’, estuvo hablando de sus nuevos proyectos y de una delicada situación que marcó su vida.

De acuerdo con lo expresado por la artista en el programa de entretenimiento ‘La Red’, del Canal Caracol, decidió regresar a las pantallas con la producción ‘En lo profundo’, en la que cuenta la historia de una mujer que vivió una situación de abuso por parte de su padre.

Según Glasser sintió una conexión especial con su personaje, tanto en lo profesional como en lo personal. “Yo nunca he hablado de esto, de hecho me dan nervios incluso decirlo, pero yo fui víctima de abuso cuando estaba pequeña”, señaló la actriz.

La artista explicó en medio de la entrevista que un profesor de colegio fue el responsable de realizar estos actos hacia ella y destacó que tenía solo seis años cuando todo ocurrió, pero que prefirió ignorar lo que pasaba porque se sentía "asqueada".

“Yo llegaba a mi casa, me lavaba las manos, mi cara, mi cuerpo, me cambiaba la ropa y ya”, agregó Glasser, refiriéndose a los momentos de pánico que vivió en su infancia, debido a que constantemente sentía que el hombre la perseguía.

Conforme a ello, la actriz mencionó que le parecía muy triste que una figura de autoridad hiciera estas cosas, ya que por su corta edad creía no podía decirle nada a nadie, pero que a pesar de eso ella sabía que algo no estaba bien.

Pese a que Erika decidió no contarle a su madre, las secuelas de su mala experiencia en el colegio, empezaron a hacerse presentes con el pasar de los años. “Cuando fui creciendo yo dije: yo no puedo seguir siendo esta niña”, subrayando que entró en una etapa en la que consideró que la solución era vestirse y actuar como un niño.

“Yo quería desaparecer como mujer”, dijo la artista para el programa ‘La Red’. En la entrevista también comentó que por mucho tiempo pensó que las actitudes de su profesor de colegio hacia ella eran su culpa por ser femenina.

Sin embargo, hasta hace dos años, luego de una separación amorosa, se dio cuenta de que la manera en la que eligió a su pareja fue para sentirse superior, lo que la llevó a entrar a una depresión muy fuerte a causa de la soledad.

Pese a las dificultades que enfrentó en Estados Unidos, Erika inició terapia psicológica, ya que para ella ha sido la única manera en la que ha podido exteriorizar sus experiencias y cambiar sus patrones de interacción.