¿Pueden los niños tomar café? Esta es la cantidad recomendada, según la edad

El tema de si los niños deben consumir café es motivo de debate entre padres, educadores y profesionales de la salud. Aunque el café es una bebida común entre adultos, su contenido de cafeína y otros compuestos hacen que su efecto en los niños sea más delicado y motivo de preocupación.

Es crucial moderar y supervisar el consumo de café en los niños, asegurándose de que no exceda las cantidades diarias recomendadas de cafeína. La decisión final debe basarse en los hábitos de salud y el desarrollo individual de cada niño.

Ante esto, surge una pregunta importante: cuando los niños piden probar café, ¿es recomendable dárselo?

¿Qué beneficios tiene el café en la salud?

El café es una infusión caliente muy consumida en países occidentales, cuyo nombre proviene del árbol cafeto. Esta planta puede alcanzar una altura de entre 4 y 6 metros, aunque suele cortarse para facilitar la recolección de sus granos. Cada grano de café mide aproximadamente 1 centímetro y es utilizado para preparar esta popular bebida.

Antes de incluir el café en la dieta de un niño, es aconsejable consultar con un pediatra.

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Aunque el café tiene varios beneficios para la salud, su consumo en niños presenta riesgos. Según la Clínica Mayo y la Academia Americana de Pediatría, los adolescentes de 12 a 18 años deben limitar su ingesta de cafeína a 100 mg/día, mientras que los menores de 12 años deben evitarla por completo. 

Los efectos adversos en los niños pueden incluir problemas de sueño, adicción a la cafeína, ansiedad, aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial alta, diarrea, malestar estomacal y deshidratación.

Guía Infantil plantea que los padres pueden preguntarse cuándo es adecuado que los niños empiecen a tomar café. La edad recomendada para introducir esta bebida puede depender de factores culturales, familiares y la sensibilidad del niño a la cafeína. 

De manera general, algunos expertos sugieren que los niños pueden consumir pequeñas cantidades de café a partir de los 6-8 años, especialmente en familias donde el café es parte de la dieta.

Es fundamental que el consumo de café en los niños sea moderado. Las porciones deben ser pequeñas y las preparaciones ligeras, para evitar una ingesta excesiva de cafeína. Además, se recomienda que los padres supervisen cómo reacciona el niño tras beber café, ya que algunos pueden ser más sensibles a sus efectos.

Antes de incluir el café en la dieta de un niño, es aconsejable consultar con un pediatra, sobre todo si el niño tiene problemas de salud preexistentes o si se planea un consumo mayor. Como alternativas, los padres podrían considerar el café descafeinado o tés suaves, que presentan menos riesgos de efectos secundarios.

Saraí Gutiérrez.

El Universal México / GDA.

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*Este contenido fue escrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basada en información de El Universal México/ GDA. Contó con la revisión de un periodista y un editor.