Psicóloga revela la causa detrás del malestar inconsciente en la mayoría de mujeres: tiene que ver con su madre

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Desde tiempos remotos, la mujer se ha hecho cargo, en gran parte, de la crianza de los hijos y a veces, responsable por otras cosas y situaciones que no le corresponden, dejando de lado en ocasiones hasta su propia vida.

En las últimas décadas, miles de mujeres han luchado para alcanzar una igualdad que aún no es total con el género masculino en diversos ámbitos, por lo que incluso su salud mental se ha visto afectada.

Este es el tema que aborda la psicoanalista Regina Bayo-Borrás en su libro 'Bella durmiente despierta, el malestar de no ser consciente', tomando como base varios ensayos que tratan el tema de la salud mental en las mujeres, especialmente cuando ella paga un alto precio por su psiquis al no ser consciente de sí misma.

Esto va a afectando la salud mental de la mujer, porque sin quererlo se va sobreadaptando a lo que el hombre desea, dejando de lado su autocuidado.

“La creación de la consciencia feminista ha tardado más de tres siglos en visibilizarse de manera colectiva en el mundo occidental", anota apartes de los mandatos de género, explicados también por Herda Lerner en su obra La creación de la conciencia feminista.

"Yo no me ocupo de ese malestar visible, consciente y denunciable, sino de los efectos psíquicos y somáticos del malestar interiorizado de manera casi imperceptible y que para la mujer se ha convertido en una especie de segunda piel que le impide estar a gusto consigo misma y con su cuerpo”, asegura Regina Bayo-Borrás, quien también tiene una amplia experiencia en psicología clínica.

Así mismo, explica el porqué del concepto de ‘Bella durmiente’, que para este caso significa una mujer pasiva, inconsciente, desconectada, ingenua y alejada de la realidad.

Así mismo, manifiesta que esa inconsciencia también está relacionada con las mujeres de generaciones anteriores, es decir, madres, abuelas y bisabuelas, puesto que ellas no solos transmitían valores, sino también costumbres, tabues y aquella idea de estar para todos de manera incondicional, sin pensar en las necesidades propias.

Por esta razón, la vida de la mujer no se siente como propia y siempre está al servicio de los demás, por fortuna, más mujeres se han dado cuenta que primero está el amor propio para poder más de sí, no posponiendo sus sueños y ambiciones, además de tratar de sanar la relación con sus madres, entendiendo que cada quien puede construir su vida sin necesidad de seguir patrones familiares.

LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL

Redacción Alcance Digital

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