Los dueños de Frisby, la emblemática cadena de restaurantes colombiana, nunca se imaginaron que, ad portas de celebrar su aniversario número 50 —fue fundada el 12 de junio de 1977 en Pereira por Alfredo Hoyos Mazuera y Liliana Restrepo Arenas— se iban a ver envueltos en una disputa legal de talla internacional por la posesión su marca, la cual está enquistada en el gusto de los consumidores y amantes del pollo frito de su país de origen, Colombia.
La polémica surgió luego de que los dueños de Frisby en Colombia denunciaran el uso indebido de su marca en España, la cual apareció registrada como 'Frisby España SL'. Pero no solo el nombre de la compañía 'criolla' se estaría usurpando en el país ibérico, también el logo, el personaje y los colores de la cadena de restaurantes, tal como lo evidencian algunas imágenes.
Detrás de esta acción está el abogado Gonzalo Barrenechea Correa y Jacqueline Guillemine Pérez, quienes constituyeron la sociedad ante el Notario de Bilbao, Juan Ignacio Gomeza Villa. Así, la empresa quedó con domicilio en Bilbao (España) bajo el nombre de Frisby España SL.
La noticia despertó no solo la solidaridad de algunas empresas colombianas, las cuales han reconocido la trayectoria y el valor como marca colombiana de Frisby, sino también la preocupación de compañías expertas en temas de propiedad intelectual, que han comenzado a analizar este tema que cobra relevancia en un mundo cada vez más globalizado.
"Este gesto —el de la solidaridad empresarial— no solo marcó la diferencia desde el punto de vista reputacional, sino que abrió una conversación sobre la importancia de proteger los derechos marcarios y de promover una competencia leal", indicaron expertos de la compañía Baker McKenzie, quienes, desde su óptica, detectaron cuatro lecciones que dejan esa situación para empresas que buscan expandirse a nivel internacional.
Frisby España. Foto:Fotomontaje a partir de imágenes de Frisby España SL
"La propiedad intelectual (PI) no solo protege los activos de una empresa, también refleja sus valores. Gestionarla con visión internacional y promover una competencia solidaria eleva el estándar de toda la industria”, sostiene Yuliana Salamanca, Socia de Baker McKenzie Colombia.
Primera lección: registro de marca
Según los expertos de Baker McKenzie, las empresas deben anticiparse y registrar sus marcas no solo en los países de origen sino también donde puede tener potencial de expandirse, y advierten que "herramientas como el Protocolo de Madrid simplifican ese proceso y fortalecen la protección internacional".
En ese sentido, consideran que registrar una marca solo en el país de origen deja la puerta abierta para que terceros se aprovechen de su reputación en otros territorios, como le puede estar sucediendo a Frisby en este momento. "La falta de registro previo en España permitió que otra empresa se apropiara del signo distintivo, generando confusión y un posible daño reputacional", señalan los expertos.
Hay que establecer mecanismos de vigilancia y reacción temprana, lo cual permite proteger la marca de manera efectiva y sostenida en el tiempo.
Baker McKenzieFirma de consultoría
Segunda lección: relaciones claras con socios y aliados
Otra de las lecciones que deja el caso de Frisby apunta a la necesidad de "establecer acuerdos bien estructurados con socios internacionales", toda vez que esto ayuda a prevenir conflictos sobre el uso de la propiedad intelectual y protege la integridad de la marca.
Para los expertos de la firma de consultoría, cuando un negocio se expande, es común celebrar contratos de distribución, franquicia o colaboración, en los cuales es fundamental incluir cláusulas específicas sobre el uso de la marca y otros activos intangibles.
Gonzalo Barrenechea Correa, abogado que registró la marca Frisby en España. Foto:LinkedIn: Gonzalo Barrenechea Correa
Tercera lección: monitoreo permanente de la marca
Hay que "establecer mecanismos de vigilancia y reacción temprana", lo cual "permite proteger la marca de manera efectiva y sostenida en el tiempo", dicen los expertos de Baker McKenzie, quienes consideran que la gestión de propiedad intelectual (PI) no se limita al registro: requiere monitoreo constante para detectar posibles usos indebidos y actuar con agilidad. Esto incluye vigilar registros de marcas similares, detectar infracciones en línea y asegurarse de que los derechos estén vigentes y actualizados.
Cuarta lección: respeto mutuo entre competidores
Por último, los expertos de la consultora sostienen que la PI también pasa por promover buenas prácticas empresariales, como una competencia ética y respetuosa , lo que permite fortalece al ecosistema y mejora la percepción pública de las marcas involucradas.
En ese sentido, consideran que el apoyo público de la compañía KFC a Frisby "es un ejemplo de responsabilidad empresarial que trasciende la competencia. En lugar de aprovechar una vulnerabilidad legal de su competidor, KFC eligió reconocer su legado y mostrar respeto por su historia".
Directivas se mueven
Liliana Restrepo, presidente de Frisby, cadena de restaurantes con 48 años de operaciones. Foto:Redes sociales
Frente a esa situación, directivas de Frisby en Colombia señalan que están informando los avances que surjan en torno a esta situación "de manera oportuna, con la transparencia y la confianza que hemos construido durante nuestros 48 años de historia".
Reiteraron, además, que este proceso se aborda en las instancias legales correspondientes y ante las autoridades europeas competentes. "Frisby S.A. BIC se expresará oficialmente en los plazos y condiciones que considere prudentes a través de sus comunicados oficiales", puntalizaron.
A inicios del presente año directivas de la cadena de restaurantes informaron que los planes para el 2025 demandarían inversiones del orden de los 98.000 millones de pesos, el doble de los ejecutado en 2024, recursos que se destinarían al desarrollo de varios proyectos de infraestructura, con nuevas aperturas y remodelaciones de sus puntos de venta en diferentes ciudades de Colombia.