Cada primero de enero, las personas se proponen hacer metas y propósitos, entre los que se encuentran hacer ejercicio, gastar menos, ser más amables, entre otros.
Aunque algunos piensan que esta tradición es nueva, la realidad es que se remonta a hace casi 4.000 años y tiene su origen en las antiguas civilizaciones, que marcaban el nuevo año como un tiempo de renovación y reflexión, explicó el sitio National Geographic.
Desde los votos hechos por los reyes babilonios hasta las promesas personales que se realizan en la actualidad. A pesar de que esta ha evolucionado, sigue siendo la misma práctica de dar la bienvenida al nuevo año con la esperanza de mejorar algún aspecto de la vida.
Así nacieron los propósitos de Año Nuevo
Los babilonios fueron una de las primeras civilizaciones en celebrar el comienzo del Año Nuevo con fiestas y rituales, los cuales, unos años más tarde, se extendieron por todo el mundo.
El profesor de lenguas y civilizaciones de Oriente Próximo, Eckart Frahm, explicó lo siguiente: “Hay mucha documentación escrita sobre festivales de Año Nuevo en la antigua Babilonia, Siria y otros lugares de Mesopotamia relacionados con la noción del comienzo del nuevo año”.
Es normal que el primero de enero planifiquen las metas.
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Estas festividades estaban vinculadas con el equinoccio de primavera y consistían en expresar la gratitud a los dioses por la cosecha. Este ritual no podía faltar, ya que cumplirlo aseguraba el favor divino para el año siguiente, y si no lo hacían, podría provocar la ira de los dioses, comentó el profesor.
Aunque los babilonios solían tener estas prácticas, fueron los romanos quienes consolidaron el primero de enero como el comienzo de un nuevo año e incorporaron también festividades y rituales.
Además, incorporaron la limpieza sobrenatural de primavera y los votos de renovación.
“Estas tradiciones se centraban en empezar el año con buen pie: limpiar la casa, llenar la despensa, pagar las deudas y devolver los objetos prestados”, agregó Candida Moss, profesora de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, especialista en Historia Antigua y cristianismo primitivo.
Muchos hacen listas de propósitos. Foto:iStock
Con el pasar del tiempo, esta tradición se mantiene y, aunque cada año las personas hacen una lista de propósitos y metas, en ocasiones se les hace difícil cumplir con todo lo que quieren, tanto así que algunos psicólogos comentan que no todos logran cumplirlos.
Olga Fernández, psicóloga y especialista en terapia familiar y de pareja del Instituto psicológicos Cláritas señaló lo siguiente: “El cambio de año nos permite tener la sensación de volver a empezar, de tener una nueva oportunidad para mejorar, de confiar en que aquello que queremos cambiar puede darse. Mucha gente, ante el cierre de año, experimenta nostalgia, alegría o sensación de haber dejado atrás alguna dificultad o error”.
Propósitos de año nuevo y cómo no quedar en el intento
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WENDYS PITRE ARIZA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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