Con la firma de un plan de cooperación entre los gobiernos de Colombia y China, el país oficializó este miércoles su ingreso a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), la estrategia con la que Xi Jinping busca establecer una ruta de cooperación entre países inspirada en la antigua Ruta de la Seda. Pero más allá del debate que ha suscitado la adhesión en un momento de enorme tensión entre Estados Unidos y China, hubo otro hecho que llamó la atención durante la visita del presidente Gustavo Petro al gigante asiático: el asunto de Taiwán.
Durante el discurso inaugural que dio el presidente de China en la ceremonia de apertura de la IV Conferencia Ministerial del Foro China-Celac, el mandatario insistió en la importancia de que América Latina y el Caribe respalden a China en los temas que considera de “interés fundamental”. “Trabajamos juntos y nos apoyamos mutuamente. China aprecia que los países de América Latina y el Caribe que tienen relaciones diplomáticas con China siempre se han adherido al principio de una sola China”, dijo el presidente chino.
El presidente Gustavo Petro junto con Xi Jinping, mandatario chino. Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
Cuando Xi Jinping se refiere a “una sola China”, alude al concepto de que solo existe un país denominado China, y que el único gobierno legítimo es el de la República Popular China, con sede en Beijing. Esto implica que Taiwán, una isla ubicada frente a las costas de la China continental, no es reconocido como un país independiente.
¿Cuál es el origen del conflicto entre China y Taiwán?
Las disputas políticas y territoriales entre ambos países se remontan a 1949, cuando al final de la guerra civil china, el Partido Comunista tomó el poder en el continente y fundó la República Popular, mientras que el gobierno derrotado, representado en el Partido Nacionalista, se refugió en la isla de Taiwán bajo su propio sistema político. Desde entonces, Beijing ha considerado a Taiwán, país con más de 23 millones de habitantes, una provincia rebelde que debe ser reunificada con el resto de China, a pesar de que la isla mantiene su propio gobierno, economía y sistema político.
Las disputas sobre Taiwán no solo han generado tensión en lo diplomático, sino que también han configurado las relaciones internacionales de China. La mayoría de los países del mundo, incluidos casi todos los de América Latina, han optado por reconocer a Beijing en lugar de Taipéi. De hecho, hoy solo 12 países reconocen a Taiwán, entre ellos el Vaticano, Belice, Guatemala, Haití y Paraguay.
Colombia, por su parte, estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China desde el 7 de febrero de 1980 bajo el gobierno de Julio César Turbay, fecha en la que se adhirió al principio de “una sola China”, situación que con el paso de los gobiernos no ha cambiado.
No obstante, más allá de las implicaciones políticas, el caso de Taiwán también tiene implicaciones económicas. En 2023, Colombia exportó bienes por un valor de 223 millones de dólares a Chinese Taipéi, según datos de The Observatory of Economic Complexity.
El conflicto entre China y Taiwán se remonta al siglo pasado. Foto: AFP
Los principales productos exportados fueron briquetas de carbón (175 millones de dólares), café (27,4 millones) y ferroaleaciones (7,18 millones). En los últimos cinco años, estas exportaciones han crecido a una tasa anualizada del 14,4 por ciento, es decir, pasaron de 114 millones de dólares en 2018 a los 223 millones actuales.
Estas cifras resultan marginales si se comparan con el volumen del intercambio comercial que Colombia mantiene con China, que hoy supera los 2.000 millones de dólares.
¿El acuerdo entre China y el gobierno del presidente Gustavo Petro implica no interacción con Taiwán?
Aunque en el memorando de entendimiento firmado, titulado ‘Plan de Cooperación entre el Gobierno de la República de Colombia y el Gobierno de la República Popular China’, no se menciona nada al respecto y expresamente señala que no será utilizado como base para reclamaciones internacionales ni para la interpretación de otros tratados, ha generado interrogantes sobre si este acuerdo implica algún tipo de compromiso formal relacionado con la no interacción diplomática con la isla.
La respuesta de la canciller Laura Sarabia ante estas afirmaciones fue contundente. “Este es un acuerdo que está establecido bajo un principio, que es la libre determinación de los pueblos y el libre relacionamiento diplomático internacional, y así seguirá siendo. Así como Colombia tiene la libertad de poder desarrollarse con China, en ningún momento se vetó o se dijo cómo deben ser las relaciones diplomáticas de Colombia con otros países”, señaló la ministra este miércoles en diálogo con la emisora Blu Radio.
La canciller Laura Sarabio firmó el memorando de entendimiento con China. Foto:Juan Diego Cano
Según la investigadora Sandra Borda, este es un debate que el Gobierno colombiano considera cerrado desde hace tiempo. “Colombia está comprometida con la idea de una sola China desde hace rato. Eso no se logró ayer. De hecho, la Cancillería emitió un memorando en el que no le permite a nadie del sector público interactuar con Taiwán para no producir indirectamente ese reconocimiento”, señaló.
No obstante, Camilo Defelipe, profesor de relaciones internacionales de la Javeriana e investigador especializado en política china, el principio de “una sola China” no es solo un punto de protocolo, sino un elemento que puede condicionar toda relación bilateral con ese país.
“El tema de Taiwán es una línea roja en este caso, China es muy flexible en su política exterior, en cómo se relaciona con los países, tiene el principio de no intromisión, pero Taiwán es el único aspecto que no se negocia y va a ser muy delicado porque yo creo que eso va a ser una condición inescapable para las relaciones en adelante”, afirmó.
Cabe mencionar que, en octubre de 2023, durante una visita a Beijing, el Gobierno Petro expresó en una declaración conjunta su adhesión al principio de “una sola China” y reafirmó su reconocimiento a la República Popular China como el único gobierno legítimo. Además, Colombia manifestó en aquel momento su apoyo a los esfuerzos del Gobierno chino por lograr la reunificación del país.
Análisis de la adhesión a la Ruta de la seda, ¿qué viene? Foto:EL TIEMPO
CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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