Desde 2017, las personas de Estados Unidos tienen prohibido ingresar a Corea del Norte debido a una restricción impuesta por el Departamento de Estado tras la muerte de Otto Warmbier, un estudiante estadounidense que fue detenido en el país asiático y regresó a EE. UU. en estado vegetativo, falleciendo poco después.
Esta prohibición sigue vigente incluso después de que la pandemia de covid-19 mantuviera cerradas las fronteras de Corea del Norte durante más de cinco años, tal como detalla CNN.
Aunque el país comenzó a reabrirse a turistas de otras nacionalidades, los estadounidenses no pueden acceder a menos que posean un pasaporte de otra nación.
A pesar de la reapertura parcial del turismo, las estrictas medidas sanitarias persisten en Corea del Norte. Justin Martell, cineasta nacido en Connecticut, se convirtió en el primer estadounidense conocido en ingresar al país desde el inicio de la pandemia, pero lo hizo con un pasaporte de San Cristóbal y Nieves, un país en el Caribe.
Hoy en día está prohibido el ingreso de ciudadanos de EE. UU. a Corea del Norte. Foto:iStock
La historia del estadounidense que logró ingresar a Corea del Norte
Martell, quien había visitado Corea del Norte en múltiples ocasiones antes de la prohibición, decidió encontrar una forma de regresar.
Para eludir la restricción, obtuvo la doble ciudadanía de San Cristóbal y Nieves a través de una inversión de seis cifras en el programa de ciudadanía por inversión de ese país caribeño. Con este nuevo pasaporte, pudo volver a ingresar a Corea del Norte sin violar las leyes estadounidenses, tal como detalló CNN.
“No quería dejar de venir. No quería que esa conversación terminara”, explicó Martell. Sin embargo, el proceso no fue sencillo. De acuerdo a su relato, se pasó un año entero realizando trámites burocráticos en los que tuvo que demostrar sus antecedentes y declaraciones financieras, entre otros papeles.
El cineasta señaló que, desde el inicio de la guerra en Ucrania, el costo de estos programas de ciudadanía creció significativamente. “Los precios se han duplicado y triplicado debido a la cantidad de rusos que obtienen un segundo pasaporte. Ahora ascienden a US$250.000. Yo pagué mucho menos que eso”, comentó.
“Si vas a gastar tiempo y dinero, asegúrate de que el pasaporte ofrezca más que solo acceso a Corea del Norte. Mi pasaporte de Saint Kitts me permite entrar a Rusia sin visa, algo que mi pasaporte estadounidense no puede hacer”, aconsejó Martell.