El colesterol elevado es uno de los factores más peligrosos para la salud cardiovascular, ya que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
Según Mayo Clinic, hay una serie de cambios en el estilo de vida que, en combinación con una dieta adecuada, pueden marcar una diferencia considerable en la mejora de su salud cardiovascular en pocas semanas.
Adopte una dieta saludable para el corazón
Uno de los pilares fundamentales para reducir el colesterol es una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades de su salud cardiovascular.
Los cambios alimenticios que realice pueden tener un impacto directo en sus niveles de colesterol. A continuación, se presentan los ajustes que le ayudarán a mejorar sus niveles:
- Reduzca las grasas saturadas: las grasas saturadas, presentes en carnes rojas y productos lácteos enteros, elevan el colesterol LDL, conocido como el "colesterol malo". Reducir el consumo de estos alimentos es esencial para controlar los niveles de colesterol.
- Evite las grasas trans: las grasas trans, comúnmente encontradas en alimentos procesados como galletas, pasteles y margarinas, también aumentan el colesterol total. Evitarlas puede ser una de las formas más efectivas para mejorar su salud cardiovascular.
- Aumente la fibra soluble: incluir alimentos ricos en fibra soluble, como avena, frijoles, manzanas y peras, ayuda a reducir la absorción de colesterol en el torrente sanguíneo.
- Consuma ácidos grasos omega-3: aunque no afectan directamente los niveles de colesterol LDL, los omega-3, presentes en el salmón, las nueces y las semillas de linaza, son conocidos por reducir la presión arterial y mejorar la salud general del corazón.
¿Cómo aumentar el colesterol bueno? Sencillos pasos Foto:Istock
La actividad física regular es otro factor importante para combatir el colesterol alto. El ejercicio puede aumentar los niveles de colesterol HDL, conocido como "colesterol bueno", que ayuda a eliminar el colesterol LDL del cuerpo.
Mayo Clinic recomienda al menos 30 minutos de actividad moderada cinco días a la semana o actividad aeróbica intensa tres veces a la semana.
En tanto, la pérdida de peso, incluso en pequeñas cantidades, tiene un impacto en la reducción del colesterol. Mantener un peso saludable ayuda a equilibrar los niveles de colesterol LDL y HDL.
Puede comenzar con cambios sencillos, como reemplazar bebidas azucaradas por agua o elegir bocadillos saludables. Además, incorporar más actividad física en su rutina diaria, como caminar más o hacer tareas domésticas de pie, puede contribuir a la pérdida de peso.