El columnista Scott Steinberg explicó en el medio Quartz que aceptar una bebida ofrecida en una entrevista no solo genera comodidad personal, sino que también favorece la interacción social. Al aceptar el vaso de agua, el entrevistado envía un mensaje de agradecimiento por la hospitalidad, de comodidad en el entorno y de confianza en sí mismo.
“Aceptar la bebida también ayuda a establecer una dinámica social en la que las partes están más dispuestas a tratarse como iguales que no tienen problemas en ayudarse mutuamente (es decir, ser jugadores de equipo), incluso si una de las partes está técnicamente en un rol subordinado”, escribió Steinberg.
Además, al aceptar la bebida, se abre un espacio para pequeñas conversaciones informales que pueden facilitar la relación entre el entrevistado y el entrevistador.
Este tiempo también permite al candidato relajarse, organizar sus pensamientos y observar detalles del entorno que podrían ser útiles durante la entrevista.
Aceptar agua o café durante la entrevista demuestra cortesía y confianza.
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Aunque algunos puedan temer que solicitar una bebida sea una distracción o una molestia, el experto asegura que las bebidas no se ofrecen si el anfitrión no está cómodo con la idea.
Por lo tanto, aceptar la oferta de agua o café durante una entrevista no solo muestra cortesía, sino que también ofrece la oportunidad de adaptarse mejor al entorno y de comunicarse de forma más efectiva.
El consejo final de Steinberg fue claro: cuando se ofrece una bebida, siempre se debe aceptar, incluso si no se tiene sed. Esta acción, por sencilla que parezca, puede mejorar la percepción que los demás tienen de uno mismo, haciendo que el candidato parezca más accesible y agradable.