María del Rosario Arrázola, conocida en Colombia como la Nena Arrazola es una de las periodistas investigativas más reconocidas del país, pues cada ocho días descresta a los televidentes con sus interesantes historias y crónicas en el programa ‘Los informantes’, de Caracol Televisión.
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Aunque la Nena Arrazola, es conocida por muchos por su forma de contar historias y su tono de voz fuerte e inconfundible, es muy poco lo que se conoce de su vida privada, pues es muy reservada con sus temas personales en redes sociales.
Recientemente, la comunicadora cartagenera habló de un tema muy personal, al que se enfrentó hace varios años. Durante el diálogo con la pastora María Paula Arrázola, en el podcast ‘Frecuencia femenina’, la Nena Arrazola habló de su experiencia con el cáncer.
En el diálogo, la periodista contó que la vida le cambió cuando descubrió que tenía cáncer de seno metastásico, esto tras presentar fuertes dolores en uno de sus brazos.
“Yo quedé en blanco, porque a mí me dolía todo el brazo y no sabía qué era. Fue duro escucharlo”, dijo la Nena Arrazola al recordar el momento en que los médicos le informaron que tenía metástasis.
La Nena Arrazola aseguró que su primer diagnóstico fue una migraña fuerte con la que llegó de un viaje que realizó al Guaviare y por la que decidió ir al médico luego de varios días de presentar debilidad. Estos análisis médicos le cambiarían la vida, pues descubrió que tenía tres tumores del tamaño de una mandarina en su hígado.
La periodista aseguró que durante su proceso de tratamiento y recuperación, estableció una cercanía con Dios, que la llenó de fortaleza y fuerza para afrontar la situación.
“Lo primero que hago es empezar a orar. Yo tengo mucha fe y decía que había que sacudirnos, yo sentía que la enfermedad salía de mí. Nunca lo vi como algo determinante y definitivo”, dijo la Nena Arrazola, dejando claro que la fe y la espiritualidad son elementos muy importantes en su vida diaria.
La Nena Arrazola contó que durante la enfermedad sufrió una gran pérdida de peso. Abandonó su trabajo temporalmente y se radicó en República Dominicana, donde estuvo apoyada de un pastor amigo de su hermano y se sometió a varios tratamientos de medicina tradicional, donde encontró cura a su avanzado cáncer.
ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO