Hace algunas horas se conoció la triste noticia del sensible fallecimiento del extécnico de varios equipos del fútbol colombiano, el antioqueño Pedro Sarmiento.
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Ante la noticia, se han recordado algunos momentos de la vida de este deportista, en los cuales tuvo que presenciar y ser testigo de cómo el narcotráfico permeaba este deporte.
En las años ochenta, algunos capos del narcotráfico en Colombia estaban detrás del funcionamiento de clubes reconocidos en el fútbol del país, como Millonarios, Nacional y América de Cali.
La rivalidad entre esos equipos en esa época se hizo más fuerte, puesto que los capos estaban dispuestos a dar cualquier suma de dinero para traer figuras internacionales para que hicieran parte de estos planteles, llegando a superar los salarios de futbolistas en todo el continente.
En el departamento de Antioquia, fue Pablo Escobar quien ayudó a consolidar un proyecto denominado ‘los puros criollos’ que consistía en solo tener en sus alineaciones jugadores colombianos y más aún de ese departamento, mientras que en el Valle del Cauca, los Rodríguez Orejuela querían traer figuras internacionales para competir.
En esa década, el técnico Pedro Sarmiento y Hernán Dario Herrera, hacían parte de Atlético Nacional, pero decidieron dar ‘un paso al costado’, considerándose esta acción como uno de los golpes más fuertes para el equipo verdolaga.
La situación tenía que ver con propuestas de parte del cartel de Cali para que aceptaran aumentos en el salario si se iban para el equipo de Cali.
Esta situación molestó en gran parte a los directivos del equipo, pero aún más a Pablo Escobar quien se contactó con los dos hombres para señalarles que les perdonaría la vida, si se convertían en informantes de él, no obstante, lo que hicieron Sarmiento y Herrera fue informarles a los Rodríguez Orejuela lo que pretendía Escobar.
Ante esto, fue tal la furia de Escobar que ordenó el asesinato de familiares de Herrera y Sarmiento, entre ellos, el abuelo de las dos mujeres con las que se encontraban saliendo, pues eran hermanas.
Pedro Sarmiento decidió continuar en el América de Cali hasta que terminó su carrera en el fútbol profesional colombiano, pero no volvió a Medellín hasta que Pablo Escobar fue asesinado en el 93, cuando retomó el deporte, pero esta vez como técnico.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
Redacción Alcance Digital