Texas, bajo el gobierno de Greg Abbott, es uno de los estados que más ha impulsado medidas en contra de los migrantes a través de la operación Lone Star misma que ahora contará con la participación de dos nuevos condados, a pesar de que los encuentros con personas sin presencia legal han disminuido.
A pesar de que por años se negó a unirse al programa Lone Star, el condado de Starr firmó una declaración de desastre con la intención de recibir fondos estatales adicionales, de acuerdo con lo dado a conocer por la organización Texas Tribune.
La razón por la cual el condado tomo dicha decisión, según una declaración del juez Eloy Vera, es que si no se unían al proyecto este año perdería entre US$5'000.000 y US$8'000.000 de ingresos. "No voy a hacer nada que pueda perjudicar o poner en peligro, de ninguna manera, al condado, por eso cambie de opinión".
Así, ahora el condado de Starr accederá a nuevas subvenciones para contratar personal adicional y procesar los casos relacionados con la frontera, como el cruce ilegal y el tráfico de drogas.
En el mismo sentido se pronunció el condado de El paso que también se había resistido a firmar una declaración de desastre. Sin embargo, ha asegurado que el costo de vivienda y otras necesidades de los migrantes se han vuelto inmanejables y se unirán a la operación Lone Star.
Finalmente, también el condado de Hidalgo planea solicitar subvenciones complementarias.
Cabe señalar que las agencias locales pueden recibir hasta US$5'000.000 para cubrir costos de personal, equipo, suministros, viajes y capacitaciones para reforzar la seguridad en las fronteras.
Los condados de condado de Starr y El Paso recibirán fondos para arrestar a los migrantes. Foto:AFP
Texas seguirá invirtiendo en la seguridad fronteriza
El que dos nuevos condados se unan a los esfuerzos de Lone Star para mejorar la seguridad en las frontras es una muestra de que Texas seguirá impulsando medidas en contra de los indocumentados.
Los legisladores de Texas han propuesto invertir US$6'500.000 para reforzar la seguridad fronteriza en los próximos dos años.
Asimismo, están presionando a las agencias estatales para que cooperen con los planes de deportaciones masivas de la administración Trump.