Para que la economía colombiana siga recuperándose a paso firme se necesita una política fiscal prudente, elevar la inversión y llevar a cabo una serie de reformas que sean realmente estructurales, lo que implica poner a pagar más renta a las personas naturales, algo que no hace la última tributaria presentada por el Gobierno de Gustavo Petro. Así lo asegura en entrevista Álvaro Santos Pereira, economista en jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), quien estuvo en Colombia para presentar el último estudio económico del organismo sobre el país.
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Colombia se desaceleró tras su recuperación después de la pandemia del covid-19. ¿Cuáles son las proyecciones económicas que tienen en este momento?
La economía pasó por un periodo difícil durante la pandemia para luego tener una rápida recuperación y después ralentizarse. En este momento, vemos que comienza a crecer más y esperamos que cierre el año con un aumento de 1,8 por ciento. Se trata de una cifra moderada, pero que se va acelerando. Además, después de tener la inflación más alta en dos décadas vemos que el trabajo del Banco de la República comienza a dar frutos y este año se acercaría a 5,7 por ciento y ya en el 2025 quedaría en 3,6 por ciento, muy cerca del rango meta del Emisor. Del lado laboral todavía vemos un desempleo cerca del 10 por ciento y una tasa de informalidad demasiado alta.
¿Cuáles son los riesgos que más les preocupan en este momento?
Si bien la economía empieza a mejorar, hay desafíos por delante. En el ámbito internacional, hay riesgos de comercio que pueden afectar a algunos de los sectores que son exportadores. Por ejemplo, un crecimiento por debajo de lo esperado en Estados Unidos, el principal socio comercial del país, podría impactar. Del lado interno es importante mantener la disciplina fiscal y fomentar un entorno favorable a la inversión. En la actualidad, hay una incertidumbre normal debido a las reformas que se están discutiendo en el Congreso.
¿Qué aspectos considera que son clave para elevar la inversión?
Mantener una certidumbre regulatoria y avanzar con incentivos para que los inversores piensen que Colombia es un país bueno para la inversión, con mucho futuro y gente dinámica. También sería importante avanzar más rápidamente en las vías 5G porque el déficit de infraestructura es claro y afecta a la competitividad. Igualmente, mejorar la informalidad y tener menores tasas corporativas porque ser el país con las más altas de la Ocde impacta en la inversión.
¿Y qué aspectos son esenciales en materia fiscal?
En términos fiscales pensamos que Colombia tiene que hacer algunas reformas importantes para tener mayor recaudo y un mejor futuro. Para atraer más inversión es importante bajar las tasas corporativas, como se acaba de anunciar con la última reforma. Pensamos que hay que seguir en esa línea pero que es importante hacer una verdadera reforma integral. Colombia ha implementado 21 tributarias en las últimas dos décadas, pero los ingresos siguen siendo bajos. Muchas veces solo se hacen pequeños ajustes.
¿Entonces la nueva tributaria no es estructural y se necesitaría proponer otra?
Es una reforma que va en la dirección correcta en términos de bajar las tasas corporativas y disminuir las cargas burocráticas de las empresas; sin embargo, se necesita hacer más. Colombia se debería concentrar en los impuestos de renta individual, pues solo el 5 por ciento de los trabajadores formales pagan hoy en día renta. Entre tanto, en países de la Ocde, Europa, Asia o América del Norte este impuesto es siempre uno de los más importantes. Al contrario, aquí poca gente lo paga. Adicional a ello, habría que avanzar en bajar las cargas sociales que son muy elevadas. La contribución a la seguridad social es alta, lo que no ayuda a la formalización y a la creación de empleo. También hay que seguir eliminando las exenciones tributarias y reorganizar el gasto público para aumentar la recaudación y la eficiencia del Estado. Los subsidios a los servicios públicos están mal focalizados. Estos benefician al 80 por ciento de los hogares no pobres y desalientan el ahorro de energía.
La nueva reforma también habla de una regla fiscal verde. ¿Están de acuerdo en no contabilizar las inversiones verdes dentro del límite de lo que el Gobierno puede gastar?
No es una discusión única de Colombia. Lo veo en otros países como por ejemplo en Alemania. Lo más importante es si la deuda es sostenible o no. Claramente nosotros pensamos que para que pueda haber más progreso, justicia social y crecimiento es necesaria esa reforma fiscal integral y solucionar temas como la informalidad.
Una de las reformas ya aprobada es la pensional. ¿Les parece adecuada?
Colombia era uno de los pocos países del mundo en que las pensiones aumentaban la desigualdad porque los beneficios iban para la gente más rica. Como la cobertura es demasiado pequeña, la reforma avanza en la dirección cierta. Sin embargo, en términos fiscales se necesitarán otras reformas a futuro para que esa parte contributiva esté mejor financiada.
También se están discutiendo cambios al ámbito laboral, ¿la reforma ataca los problemas que les preocupan?
La laboral se alinea con algunas de las recomendaciones de la Ocde para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores formales. Consideramos que se tiene que trabajar en varios frentes para tener un mayor impacto. Es necesario aumentar la formalización y reducir la informalidad.
En el informe también dicen que Colombia enfrenta grandes y persistentes disparidades regionales en ingresos y productividad junto a una productividad a nivel nacional estancada, ¿cómo cerrar estas brechas?
Se necesita mejorar el clima de negocio, que es mucho mejor en ciudades como Bogotá que en otras periféricas, disminuir la burocracia y una mayor inversión para las regiones. Es fundamental mejorar la infraestructura puesto que los costos son altísimos. Enviar un contenedor desde Bogotá hasta la Costa a veces cuesta más que mandarlo hasta China. También es importante invertir en educación y pensar en una reforma de descentralización porque hay una gran falta de capacidades tanto fiscales como administrativas.
¿Y cómo va Colombia en transición energética y cuáles son los retos?
Colombia tiene como objetivo lograr emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050. Además, necesita fortalecer la resiliencia climática mediante medidas de adaptación efectivas. El país es más vulnerable a los fenómenos de El Niño, La Niña y otros cambios que otras regiones, por lo que son claves mayores inversiones. Adicional a ello, con el declive global en la demanda de petróleo y carbón, necesita transformar su economía y diversificar su producción y exportaciones.
El presidente Gustavo Petro ha dicho en varias ocasiones que el turismo podría reemplazar al petróleo, ¿se podría llegar a ello?
Colombia es uno de los países más bonitos que existen, pero su potencial turístico está muy lejos de ser aprovechado. En algunas regiones se ha desarrollado bastante, pero en otras no. El gran déficit de infraestructura afecta su desarrollo.