Para tener una dieta balanceada es importante saber con claridad cuáles son los beneficios que cada alimento aporta al organismo, así cada persona podría llevar el control necesario de cada producto y evitar cualquier tipo de molestia futura.
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Luis Zamora, dietista y nutricionista, habló del método Z para comer bien, en donde cuenta cuáles son las comidas que el cuerpo necesita de menor a mayor, y así logra explicar a detalle cada una de ellas y cuál es su verdadero impacto en la salud.
El primer capítulo lo dedicó a las frutas y verduras y así cada uno de los apartados se trató de un alimento diferente, de esta manera al llegar a las dos últimas partes únicamente le quedaba hablar acerca de la carne.
"En la alimentación actual, la carne tiene un protagonismo desmesurado que hace que otros alimentos estén desplazados en la dieta diaria", dijo el experto. El nutricionista también afirmó que aunque este producto no es necesario en ninguna dieta, su objetivo es explicar el aporte nutricional que esta tiene.
Uno de los beneficios más importantes que tiene este alimento es que es una fuente de proteína completa y es capaz de darle al cuerpo todos los aminoácidos que necesita. De la misma manera brinda vitaminas del grupo B, como la B1, B3, B6 o B12.
El hierro hace parte de los demás nutrientes que se encuentran en la carne, entre ellos también están el zinc, cobre, magnesio, selenio, cromo, níquel o fósforo. Sin embargo, el que más resalta entre ellos es el hierro porque se hace muy similar al que existe de manera natural en el cuerpo y esto facilita su absorción.
"Las carnes rojas, o aquellas preparaciones que tienen sangre como ingrediente, como es el caso de las morcillas y los chorizos, son las que más hierro aportan. Pero por la cantidad y el tipo de grasa que contienen - así como por ser carnes procesadas en el caso de la morcilla y el chorizo- no son alimentos que se puedan consumir regularmente. Ni siquiera deben tener presencia semanal en nuestra alimentación", dijo el experto.
En este sentido, es importante limitar el consumo de este tipo de carnes para no absorber las grasas malas que contienen y así evitar que el cuerpo sufra algún tipo de consecuencia en la salud por ello, pues a pesar del alto aporte de hierro que pueden brindar no son comidas sanas.
Es por esto que el nutricionista Zamora concluyó y recomienda que la carne roja y procesada se debe comer entre una y dos veces al mes. Por otro lado, las carnes blancas como el pollo, pavo o conejo se pueden incluir en la dieta entre tres y cuatro veces a la semana.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL