Nuevos atentados contra dos oleoductos en Arauca generan caos: Cenit y Ecopetrol se pronuncian

hace 13 horas 16

Dos nuevos atentados contra oleoductos sacuden Arauca. Las empresas afectadas activaron de inmediato sus planes de contingencia y advirtieron a la comunidad para que no se acercara a los sitios afectados.

Cenit y Ecopetrol enviaron contundente mensaje al respecto: "Ponen en riesgo la integridad de las personas (...) afectan el desarrollo económico del país".

Las entidades señalaron como autores a 'terceros desconocidos'

De acuerdo con un comunicado de los oleoductos, los ataques ocurrieron el pasado 19 de marzo y tuvieron como blanco el Oleoducto Caño Limón Coveñas y el Oleoducto Bicentenario.

Según información preliminar, 'terceros desconocidos' habrían activado cargas explosivas sobre la infraestructura petrolera en la zona rural del municipio de Saravena, en la vereda Agua Santa, y en el sector Campo Hermoso de Fortul.

Ante la situación, Cenit, filial de Ecopetrol, emitió un comunicado en el que confirmó que “activó Plan de Emergencia y Contingencia (PEC) por pérdida de contención en el Oleoducto Bicentenario. La compañía informó al Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Fortul sobre la situación y las acciones del PEC”.

El Ejército Nacional controló los desmanes

Además, la empresa confirmó que también hubo un “atentado al Oleoducto Caño Limón Coveñas, en la vereda Agua Santa, municipio de Saravena, en el mismo departamento, que no presentó pérdida de contención”.

Las autoridades han respondido con medidas de seguridad en la zona. Se pudo conocer que el Ejército Nacional aseguró los dos sitios afectados para garantizar el ingreso del personal técnico quienes realizarán las reparaciones correspondientes.

Por último, Cenit hizo un llamado a la comunidad para que no se acercaran a los lugares afectados con el fin de evitar riesgos para la población.

En el mismo comunicado, Cenit y Ecopetrol repudiaron “estas acciones ilícitas y violentas” y realizaron un llamado para que cesen “los delitos sistemáticos contra la infraestructura de transporte de hidrocarburos, de propiedad de todos los colombianos, y que ponen en riesgo la integridad de las personas, generan graves consecuencias al medio ambiente y afectan el desarrollo económico del país”.

Hasta el momento se desconoce cuáles fueron los daños dentro de las estructuras, así como el impacto exacto que estos atentados puedan haber tenido sobre la operación de los oleoductos.