Kilmar Ábrego García residía en Maryland y es un trabajador de la industria metalúrgica y padre de familia. El 12 de marzo, fue detenido y enviado a la cárcel salvadoreña. Su caso cobró relevancia internacional y llegó hasta la Corte Suprema, donde el tribunal determinó que el pedido de la jueza federal Paula Xinis de restituirlo al territorio norteamericano debía ser cumplido.
En su orden, Xinis solicitó el testimonio de cuatro funcionarios de la administración Trump que trabajan para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) y el Departamento de Estado para determinar si cumplen las órdenes para repatriarlo.
¿Qué hará el gobierno de Trump por el inmigrante deportado a El Salvador?
El gobierno de Trump recurrió la orden de la jueza Xinis que le impuso hacer las gestiones necesarias para permitir el regreso de Ábrego García a EE. UU. Posteriormente, el Tribunal Supremo falló la semana pasada asegurando que era válida, por lo que deberán "facilitar" la liberación del inmigrante en la prisión de El Salvador.
El funcionario de DHS Joseph Mazzarra indicó recientemente que el hombre sería detenido de volver a intentar entrar en EE. UU. "El gobierno lo enviaría a otro país o le pediría a un juez de inmigración que revoque la protección concedida hace seis años a Ábrego", declaró.
Por otra parte, los abogados de la administración Trump afirmaron que están dispuestos a facilitar su regreso. Sin embargo, indicaron que se le retiraría la protección contra la deportación a El Salvador y que podría ser expulsado de regreso a su país natal o a otra nación.
¿Qué dijo Bukele sobre este caso?
El presidente de El Salvador fue contundente a la hora de responder sobre el futuro del inmigrante: "¿Cómo puedo devolverlo a EE. UU.? ¿Introducirlo de contrabando? Claro que no lo voy a hacer. La pregunta es absurda. No tengo la facultad de devolverlo al país. No nos gusta mucho liberar terroristas en nuestro país", dijo.