En medio del miedo y la confusión que deja la ola de violencia que azota a Santa Marta, un nuevo video de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) intenta desmarcar a este grupo armado del crimen que más ha estremecido a la ciudad en los últimos meses: el asesinato y desmembramiento del científico italiano Alessandro Coatti.
Con los rostros cubiertos, rodeados de vegetación y portando armas largas, los hombres del grupo ilegal reaparecieron públicamente para asegurar que no tienen relación alguna con el asesinato del extranjero.
“No somos la guerra, no somos los enemigos”, afirmó el vocero del grupo quien dejó claro que su confrontación es directa contra el Clan del Golfo para evitar que ingrese a la Sierra Nevada de Santa Marta.
El grupo ilegal asegura que no tiene nada que ver con el asesinato del italiano. Foto:Imagen tomada de un video
El pronunciamiento surge en un momento en que Santa Marta busca respuestas. La brutalidad del crimen de Coatti —desmembrado y sus partes esparcidas por la ciudad— sembró el terror en la comunidad y despertó los peores temores de un conflicto que, según las autoridades, podría estar mutando en formas más crudas y despiadadas.
Las ACSN negaron categóricamente haber tenido algún contacto con el italiano. “Ninguno de nuestros hombres lo conoció ni mucho menos actuó violentamente contra él”, reiteró el encapuchado. También aprovecharon para desligarse del asesinato de Miladys Echavarría, una trabajadora doméstica asesinada de dos tiros en la cabeza cuando estaba en una tienda de barrio.
Una investigación con lupa
El mensaje, sin embargo, no ha calmado las dudas. Las autoridades investigan con lupa. En los primeros días tras el hallazgo del cuerpo de Coatti, se manejó la hipótesis de un crimen pasional: una supuesta relación virtual con una mujer comprometida con un mafioso local. Pero las declaraciones de la familia del científico han desvirtuado esta posibilidad rotundamente.
Alessandro Coatti científico italiano asesinado en Santa Marta. Foto:Redes sociales
“Alessandro era una persona solitaria, vivía por y para la naturaleza. Era su forma de conectar con el mundo. No se desenfocaba de sus propósitos”, dijo un familiar cercano.
Coatti había llegado a Santa Marta atraído por la biodiversidad de la Sierra Nevada. Su única intención era observar aves y disfrutar del paisaje. Nunca se involucró en actividades sospechosas ni tenía antecedentes.
“Su perfil no encaja con alguien que estuviera metido en líos. Aquí o fue una trampa o una equivocación fatal”, comentó una fuente de la investigación.
Lo que dicen los expertos sobre pronunciamiento de las ACSN
El defensor de derechos humanos Lerber Dimas analizó el pronunciamiento de las ACSN y lo considera creíble. “Este grupo ha cometido crímenes atroces, sí, pero tienen un patrón. No actúan así en la zona urbana de Santa Marta, donde tienen su mayor control. Sus desmembramientos se caracterizan por dejar el cuerpo completo dentro de un saco. No lo reparten por la ciudad”, explicó.
Alessandro Coatti trabajaba en el Royal Society of Biology. Foto:Archivo particular
Y añadió: “Además, están participando en los procesos de diálogo de paz. Sería una torpeza enorme atentar contra su propia imagen en este momento. Hay que mirar hacia otros actores, porque aquí también operan estructuras mafiosas. No podemos descartar a nadie”.
En efecto, las autoridades han recordado crímenes similares cometidos hace más de una década por bandas como los Urabeños o los Paisas. En 2010, por ejemplo, alias 'La Silla' desmembró a tres sanandresanos como parte de una disputa territorial.
Ahora, la Fiscalía y la Policía buscan nuevas pistas. Se investiga si Coatti cometió alguna imprudencia o en medio de su exploración ingresó a zonas dominadas por actores desconocidos.
El estilo del crimen —macabro y meticulosamente violento— hace pensar más en grupos subversivos o mafias internacionales.
Porque en Santa Marta, por primera vez, no solo se mató a un inocente. Se ejecutó una advertencia silenciosa, una demostración de poder con un lenguaje que la ciudad no conocía por estos tiempos: el de la barbarie. Y mientras el culpable siga libre, el miedo seguirá siendo el dueño de cada calle.
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Roger Urieles para EL TIEMPO Santa Marta. En X: @rogeruv