Esta vereda, ubicada en zona rural de Tibú, en la vía que comunica a El Tarra y que colinda con las veredas Campo Cinco, Santa Inés y Campo Seis; se ha convertido en un epicentro de desesperación y conflicto en el Catatumbo. La situación se agravó desde el pasado 19 de enero, cuando se intensificó la guerra entre el Eln y las disidencias.
Desde ese día, decenas de familias han emprendido una huida desesperada hacia Cúcuta, buscando refugio y ayuda.
"A pesar del dolor por dejar todo tirado, no había opción. Nos dijeron que teníamos que irnos y que los que se quedaban los mataban. Hoy van a seguir llegando vecinos de otras veredas, téngalo por seguro", relató María del Carmen, de 58 años.
Tibú- Catatumbo Foto:Andrés Carvajal
Estas palabras, entregadas a EL TIEMPO el pasado domingo, tomaron fuerza con el paso de los días, en especial, cuando se difundió un video donde la presidenta de la Junta de Acción Comunal de la parte alta de Guachimán, aparece junto a más de 20 personas con banderas blancas, clamando por ayuda.
“Hemos buscado cómo salirnos pero no hemos podido; las carreteras están minadas, el Eln está en la vía principal”, explicó la lideresa.
En el video también se evidencia el agotamiento y la angustia de los campesinos, quienes llevan una semana confinados en la espesa vegetación sin alimentos suficientes ni atención médica adecuada.
Dos jóvenes, desesperados por encontrar ayuda, abandonaron el grupo, pero fueron asesinados.
El clamor de los desplazados
A pesar de que Tibú cuenta con más de 180 veredas repartidas en 10 corregimientos, Guachimán ha sobresalido por la magnitud de su crisis. En Cúcuta, voceros de la Personería quedaron asombrados al contabilizar más de 340 personas desplazadas durante los primeros días, repartidas en cerca de 50 familias provenientes de esta vereda.
Montañas en Tibú, Catatumbo Foto:Andrés Carvajal
"Es inhumano lo que están haciendo allá con nuestras parcelas. Hoy las tienen como un matadero", relató un campesino que, junto a su familia, logró escapar.
Guachimán, que pertenece al corregimiento Tres Bocas, no es ajeno a las cicatrices del conflicto armado. Además del horror de los paramilitares décadas atrás, en los últimos años sus habitantes han padecido varias emergencias ambientales, sociales y de orden público.
En julio de 2022, un helicóptero de Ecopetrol fue atacado con explosivos, y en enero de 2024, un atentado contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas amenazó el acceso al agua potable para más de 30 mil habitantes en Tibú. Estos incidentes se sumaron a los conflictos generados durante el programa de erradicación de cultivos ilícitos durante el gobierno de Iván Duque. .
Presidente @petrogustavo, la presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Guachimán parte alta, en Tibú, lleva 8 días escondida en la montaña con 22 personas más, huyendo del ELN que los tiene cercados. Hace 6 días no comen y temen por sus vidas y las de otro grupo más… pic.twitter.com/Miybm1KaXh
— Manolesco (@jhonjacome) January 23, 2025Promesas de ayuda
EL TIEMPO conversó con el alcalde de Tibú, Richard Claro. Dijo que el casco urbano está retornando a la normalidad, pero se mostró preocupado por los reportes desde Guachimán y otras veredas.
"La vereda está desolada; muy pocos se quedaron en sus fincas y los que aún permanecen solicitan la extracción", declaró. Sin embargo, la Fuerza Pública enfrenta dificultades para llegar a los puntos donde se encuentran los campesinos refugiados.
“Por el miedo ellos terminaron divididos en tres grupos, están en tres puntos distintos. El helicóptero no puede hacer varios aterrizajes. Estamos haciendo lo posible para coordinar un encuentro en un mismo sitio y llevar a cabo la extracción", aseguró el mandatario local.
Aunque las autoridades han logrado retomar el control en algunos puntos del Catatumbo, como la vía Cúcuta-Tibú, otras rutas estratégicas, como las que conectan Tibú con El Tarra y La Gabarra, siguen siendo territorio hostil.
Las minas antipersonal, las extorsiones y las amenazas de grupos armados han convertido estas rutas en trampas mortales.
"Somos seres humanos, ayúdenos a salir", claman desesperados. Su llamado es un recordatorio urgente de la necesidad de acción inmediata por parte del Estado y la comunidad internacional para proteger a las comunidades rurales atrapadas en medio del conflicto.
Mientras tanto, Guachimán sigue siendo un lugar desolado, testigo de la guerra. Los campesinos claman por soluciones urgentes para poder regresar a sus hogares con dignidad y seguridad.
30 años de guerra en el Catatumbo | El Tiempo Foto:
ANDRÉS CARVAJAL SUÁREZ
Para EL TIEMPO
CÚCUTA