Entre las frutas rojas disponibles en el mercado, una en particular ha captado la atención de la comunidad científica y médica por sus propiedades para la salud. Se trata de la frambuesa, un fruto pequeño y versátil que no solo se destaca por su sabor, sino también por sus beneficios nutricionales, especialmente en lo que respecta al control de la glucosa y la prevención de enfermedades crónicas.
Gracias a su bajo índice glucémico y alto contenido en fibra, la frambuesa promueve una digestión más lenta, lo que ayuda a mantener niveles estables de azúcar en sangre. Esta característica es fundamental para personas con prediabetes o resistencia a la insulina, ya que reduce el riesgo de picos glucémicos tras las comidas.
Tiene un bajo índice glucémico y alto contenido en fibra; ayuda a controlar la glucosa en sangre. Foto:iStock
Evidencia científica respalda su efecto en la glucosa
La capacidad de la frambuesa para mejorar el control glucémico está respaldada por investigaciones científicas. Un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition and Metabolism demostró que el consumo de frambuesas en personas con prediabetes mejora la respuesta glucémica postprandial. Es decir, la absorción de la glucosa se vuelve más lenta, favoreciendo un mejor manejo de los niveles de azúcar en las horas siguientes a la comida.
Este efecto puede ser especialmente beneficioso en planes de alimentación diseñados para prevenir la progresión hacia la diabetes tipo 2, al evitar que el organismo experimente fluctuaciones bruscas en los niveles de glucosa.
El rol de los polifenoles en la salud metabólica
Además de su aporte en fibra y bajo índice glucémico, las frambuesas contienen polifenoles, compuestos bioactivos que contribuyen a reducir la resistencia a la insulina. Según el portal especializado Infosalus, estos componentes naturales ayudan a mejorar la eficiencia con la que las células responden a la insulina, reduciendo así uno de los factores de riesgo más relevantes en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Esta acción complementa el efecto de la frambuesa sobre la absorción de glucosa, posicionándola como una opción eficaz dentro de una alimentación orientada a la prevención de trastornos metabólicos.
Es especialmente útil para personas con prediabetes o resistencia a la insulina. Foto:iStock
Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias
Los beneficios de la frambuesa no se limitan al control glucémico. Este fruto es también una fuente rica en antioxidantes, especialmente antocianinas, pigmentos naturales responsables de su color rojo intenso. Las antocianinas actúan contra el estrés oxidativo, un proceso que daña las células y está asociado a enfermedades crónicas como las cardiovasculares y las neurodegenerativas.
El consumo regular de alimentos ricos en antioxidantes como la frambuesa puede contribuir a reducir los niveles de inflamación sistémica, un factor común en múltiples patologías crónicas.
Cuidado de la piel desde la alimentación
Otro aspecto destacado del perfil nutricional de la frambuesa es su contenido en vitamina C, nutriente esencial para la síntesis de colágeno. Esta proteína es clave para mantener la firmeza y elasticidad de la piel. De este modo, la frambuesa puede convertirse en una aliada para quienes buscan prevenir el envejecimiento prematuro y mantener una piel saludable desde adentro hacia afuera.
Al incorporar este fruto en la dieta, no solo se contribuye al bienestar interno, sino también a una mejor apariencia cutánea.
Fácil de integrar en la alimentación diaria
La frambuesa puede incluirse en una amplia variedad de preparaciones, tanto dulces como saladas. Se puede consumir fresca o congelada, y es común encontrarla en licuados, postres, ensaladas o combinada con yogur, avena, cereales integrales o frutos secos. Estas combinaciones no solo elevan el valor nutricional de las comidas, sino que también facilitan su consumo habitual sin necesidad de grandes modificaciones en la rutina alimentaria.
Esta facilidad de integración hace que su incorporación sea práctica y accesible para distintos tipos de dieta.
Contiene antocianinas, antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y protegen contra enfermedades Foto:iStock
Siete enfermedades que previenen las frambuesas
Las frambuesas, además de ser una fruta sabrosa y versátil, se han consolidado como un alimento funcional gracias a su alto contenido en compuestos bioactivos. Su consumo regular puede contribuir a la prevención de diversas enfermedades crónicas, respaldado por estudios científicos y evidencia nutricional. A continuación, se detallan siete afecciones que pueden prevenirse con la inclusión de frambuesas en la dieta y las razones detrás de su efectividad.
1. Enfermedades del corazón: las frambuesas son ricas en antioxidantes, especialmente flavonoides y antocianinas, que ejercen un efecto protector sobre el sistema cardiovascular. Estos compuestos ayudan a reducir la inflamación, mejorar la función de los vasos sanguíneos y disminuir la presión arterial.
Según un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, el consumo habitual de frutas ricas en flavonoides, como las frambuesas, se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardíacas. Las antocianinas, responsables de su color rojo intenso, contribuyen a reducir el daño oxidativo y mejorar los perfiles lipídicos, factores clave para la salud del corazón.
2. Cáncer: el potencial anticancerígeno de las frambuesas se ha destacado en diversos estudios. En particular, una investigación publicada en la Journal of Carcinogenesis en 2009 evidenció que los extractos de frambuesa inhiben el crecimiento de células cancerosas y la formación de tumores en modelos animales.
Entre sus compuestos protectores se encuentra el ácido elágico, capaz de inducir la apoptosis en células malignas sin afectar a las sanas. Asimismo, los antioxidantes presentes en esta fruta protegen el ADN frente al daño oxidativo, uno de los desencadenantes del desarrollo del cáncer.
3. Diabetes: las frambuesas poseen un índice glucémico bajo, lo que significa que no generan picos bruscos de glucosa en sangre tras su consumo. Esto las convierte en una opción recomendada para personas con diabetes o en riesgo de desarrollarla.
De acuerdo con un estudio en la Journal of Nutritional Biochemistry, su ingesta mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Su aporte en fibra, además, ralentiza la digestión y la absorción de carbohidratos, facilitando un control glucémico sostenido.
Puede consumirse fresca o congelada; se adapta fácilmente a preparaciones como yogures o ensaladas. Foto:iStock
4. Enfermedades neurodegenerativas: el consumo regular de frambuesas también beneficia la salud cerebral. Sus antioxidantes, como las antocianinas y los flavonoides, tienen propiedades neuroprotectoras que ayudan a prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
Una investigación publicada en Frontiers in Aging Neuroscience reveló que estos compuestos mejoran la memoria y la función cognitiva en modelos animales, lo que sugiere un potencial preventivo frente a enfermedades como el Alzheimer y otras demencias.
5. Infecciones: las propiedades antimicrobianas de las frambuesas representan otra ventaja para la salud. Diversos estudios han demostrado que sus extractos son capaces de inhibir el crecimiento de bacterias patógenas como Escherichia coli y Staphylococcus aureus.
Estos efectos se deben a la presencia de compuestos fenólicos, lo que convierte a las frambuesas en un complemento natural para fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de infecciones comunes.
6. Obesidad: gracias a su bajo contenido calórico y alto nivel de fibra, las frambuesas son ideales para apoyar la pérdida de peso y prevenir la obesidad. La fibra favorece la sensación de saciedad, ayudando a reducir la cantidad total de alimentos consumidos.
Además, su elevado contenido de agua colabora en la hidratación sin aportar calorías extra, lo que las convierte en una opción práctica y saludable dentro de dietas destinadas al control del peso corporal.
7. Trastornos digestivos: el sistema digestivo también se ve beneficiado por el consumo de frambuesas. Su mezcla de fibra soluble e insoluble mejora el tránsito intestinal y previene afecciones como el estreñimiento.
Por otra parte, esta fibra actúa como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas del intestino y favoreciendo un microbioma saludable, aspecto esencial para la función digestiva y el sistema inmunitario.
El País (Uruguay) /GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por El País (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.