Desde el pasado 20 de febrero, un niño de 4 años de edad, quien estudiaba en un colegio de Sabana de Torres, luchó por su vida durante casi un mes en una unidad de cuidados intensivos en el Hospital Internacional de Colombia (HIC), ubicado en Piedecuesta, Santander.
Estuvo entubado con un pronóstico reservado y desalentador, luego de que los médicos analizaran su situación, pues ingirió ácido nítrico de una botella de Pony Malta, un químico muy perjudicial para la salud.
La situación era crítica, debido a que había pocas esperanzas de que el menor pudiera vivir de manera normal y sin secuelas tras ingerir este químico.
En medio de oraciones y peticiones a las diferentes comunidades que conocían al menor y a los padres de familia que pasaban por esta dolorosa situación, se dio la buena noticia de que el niño salió de la clínica, fue dado de alta y, lo positivo de todo esto, es que no tuvo ninguna secuela que afectara sus órganos tras este accidente en una institución educativa.
Menor se recuperó luego de ingerir ácido nítrico. Foto:iStock
"El corazón se llenó de alegría cuando nos dijeron que tenía las facultades para irse a casa, terminó nuestro lamento, estábamos completamente destruidos, en nuestra cara se veía la tristeza de lo que podía pasar", asegura el padre de familia.
Todos los seres queridos del menor de cuatro años se prepararon para recibirlo y darle una buena bienvenida a casa. Con un asado, globos y carteles recibieron a 'Andresito'.
"Gracias Dios por darnos una oportunidad. No hay una explicación médica, con solo ingerir el ácido tienes daños mortales, y no entendemos por qué en el colegio estaba este producto al alcance de los niños", asegura el padre de familia.
Ahora, el menor debe estar bajo varios exámenes médicos con el fin de hacerle seguimiento a su recuperación. Los doctores les indicaron a los padres que revisen cómo come, que no vaya a tener fiebre, pero afortunadamente, no quedó con ninguna condición, y tampoco quedó mal, solo es un seguimiento médico.
Por su parte, Carolina Betancourt, mamá del menor, describió que fueron momentos críticos como padres de familia y el médico le manifestó que solo le quedaba un 'milagro de Dios'.
"El médico me dijo que no le daba más de doce horas de vida, me mostraron los resultados de la endoscopia, se veía quemado el esófago, el estómago, la tráquea, la lengua, me dijo el doctor que lo único que queda es un milagro de Dios, comience a orar".
Relató que, en todo este proceso, tenía un respirador y se mantuvo dormido, atado de pies y manos. Un proceso médico normal dada la situación en la que se encontraba.
Contó que, tras varios días de lucha y sufrimiento, se le hizo otra endoscopia y, milagrosamente, el diagnóstico cambió y salió de la clínica sin secuelas.
"Luego abrazó a mi esposo, se le hizo el milagro, su hijo está totalmente sano, puede estar en el piso, moverse. El niño cogió una bacteria por el catéter y le atacó la sangre y comenzó un tratamiento de 12 días, pero nos dieron salida, nos dieron un niño sano, habla, come, camina perfecto, luego de que nos dijeran que no podría hablar, necesitaría algo para alimentarse y ya no", dijo feliz la mamá.
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Melissa Múnera Zambrano
Corresponsal de EL TIEMPO - Bucaramanga