En medio del creciente interés por encontrar soluciones para el insomnio y otros trastornos del sueño, la melatonina gana protagonismo como una alternativa accesible y aparentemente segura.
Este suplemento, que en muchos países se vende sin necesidad de receta, es una opción habitual tanto para adultos como para niños.
“Está en farmacias, supermercados, plataformas online y hasta en gomitas con sabores, pues en países como Estados Unidos y Canadá se comercializa como un suplemento dietético sin necesidad de receta. Sin duda, esto ha permitido su consumo masivo sin que necesariamente medie una evaluación médica previa”, explicó la endocrinóloga Sonia Pérez, de la Clínica Ricardo Palma.
Para algunos, se trata de una “solución mágica” que promete descanso reparador con una sola pastilla. Sin embargo, su uso desregulado puede traer consecuencias, en especial cuando no hay orientación médica que acompañe su consumo.
¿Qué es la melatonina y qué hace en el organismo?
La melatonina es una hormona producida de forma natural por el cuerpo a partir del triptófano. Carlos Alva-Diaz, neurólogo e investigador titular de la Universidad Científica del Sur, detalló que su nombre químico es N-acetyl-5-methoxy-tryptamina y que su principal función es regular el ritmo circadiano, es decir, el ciclo natural de sueño y vigilia. Esta hormona se activa principalmente con la oscuridad, lo que ayuda al cuerpo a prepararse para dormir.
Además de facilitar el descanso nocturno, tiene implicaciones en otros procesos como la regulación de la temperatura corporal, el funcionamiento cardiovascular, la secreción de la hormona del crecimiento y el desarrollo reproductivo.
A ello se suman posibles propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y oncostáticas, que podrían ayudar a proteger las células, reforzar las defensas del organismo y reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.
La melatonina es una hormona producida de forma natural. Foto:iStock
Su acción en distintos sistemas del cuerpo
Fernando Lizárraga, neurólogo de la Clínica Internacional, complementó el análisis al afirmar que esta hormona también regula la presión arterial durante la noche, modula la secreción de insulina e interviene en la producción de cortisol, la hormona relacionada con el estrés. “Diversos estudios, como uno publicado en Journal of Clinical Sleep Medicine (2017), han revelado que hasta un 88 % de los suplementos de venta libre no coinciden con las concentraciones indicadas en sus etiquetas, lo que representa un riesgo, especialmente en niños”, agregó.
Es fundamental distinguir entre la melatonina endógena –que produce el cuerpo naturalmente y responde al ciclo de luz y oscuridad– y la sintética, que se vende como suplemento. Según Alva-Diaz, la natural puede estar contaminada si se extrae de fuentes animales o vegetales, mientras que la sintética suele tener mayor pureza y seguridad si se formula adecuadamente.
Indicaciones médicas precisas
El uso de melatonina debe limitarse a ciertas condiciones médicas, especialmente aquellas relacionadas con el sueño. La doctora Michelle Drerup, psicóloga y especialista en medicina conductual del sueño de Cleveland Clinic, aseguró que puede ser útil en situaciones como el insomnio, el jet lag y los horarios laborales que alteran el ritmo circadiano. También puede recetarse a niños con TDAH, bajo vigilancia médica y por un tiempo limitado de dos a tres meses.
“Puede prescribirse para trastornos del ritmo circadiano como el trastorno de la fase de sueño-vigilia retrasada y el trastorno del ritmo sueño-vigilia no de 24 horas, aunque siempre su uso debe enmarcarse dentro de un plan de tratamiento integral que incluya la higiene del sueño”, precisó Astrid Witch, neuróloga de la Clínica Anglo Americana.
La doctora Pérez señaló que sus posibles beneficios también se extienden a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, en el que sus efectos neuroprotectores y antiinflamatorios pueden jugar un papel positivo.
Tiene ciertos efectos beneficiosos. Foto:iStock
Igualmente, se ha observado alguna utilidad en pacientes con trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor, el trastorno afectivo estacional, el trastorno bipolar, y en personas con autismo.
“Aunque es bien tolerada y segura en la mayoría de los casos, su uso debe iniciarse con dosis bajas (desde 0.5 mg) y realizarse a corto plazo, especialmente en pacientes sin diagnóstico neurológico o psiquiátrico, para evitar interferencias en la producción natural de esta hormona. Por ello, es importante acompañar su uso con terapia cognitivo-conductual para lograr una mejora sostenible en la calidad del sueño”, señaló.
Posibles efectos secundarios y peligros del uso prolongado
El consumo sin control médico puede generar una serie de complicaciones. Alva-Diaz advirtió que puede provocar síntomas como somnolencia diurna, náuseas, dolores de cabeza, sueños intensos, pesadillas, mareos, irritabilidad, enuresis y, en los casos más graves, convulsiones, confusión o incontinencia urinaria. También podrían presentarse alteraciones del estado de ánimo, depresión y molestias digestivas.
Es necesario tener algunas precauciones al tomar suplementos de melatonina. Foto:iStock
“El uso prolongado y en dosis elevadas puede llevar a una sobresaturación de los receptores de melatonina, afectar la calidad del sueño y alterar la regulación hormonal, especialmente en adolescentes”, comentó Lizárraga. La melatonina interactúa con otras hormonas y sistemas fisiológicos. Algunos ejemplos destacados por Alva-Diaz incluyen:
- Insulina: incrementa su sensibilidad y reduce la glucosa en sangre.
- Cortisol: contrarresta sus efectos inmunosupresores, fortaleciendo las defensas del organismo.
- Hormonas sexuales: interviene en el desarrollo sexual y la función reproductiva.
¿Quiénes deben tener especial precaución?
Algunos grupos poblacionales deben tener mayor cuidado con su consumo, debido a los posibles riesgos:
- Personas con enfermedades autoinmunes: podrían ver agravados sus síntomas.
- Pacientes con epilepsia: hay riesgo de que disminuya el umbral para sufrir convulsiones.
- Personas con migrañas: podría activar episodios de cefalea.
- Mujeres embarazadas: se desaconseja por la falta de estudios concluyentes sobre su seguridad.
- Niños: debe ajustarse la dosis al peso corporal y evitar su uso en menores de 2 años.
También hay que considerar su interacción con medicamentos:
- Anticoagulantes: incrementa el riesgo de sangrado.
- Antihipertensivos: puede alterar el control de la presión.
- Anticonvulsivantes: podría reducir su efectividad.
- Antidepresivos, benzodiacepinas y antihistamínicos: potencia su acción sedante.
- Antidiabéticos: puede modificar los niveles de azúcar en la sangre.
“La melatonina no causa dependencia física ni genera farmacodependencia en el sentido clásico. Sin embargo, su uso prolongado o inadecuado puede alterar el ritmo circadiano natural del cuerpo y desregular la producción endógena de esta hormona, lo que podría dificultar conciliar el sueño sin el suplemento. Esto puede derivar en una dependencia psicológica, especialmente si la persona siente que no puede dormir sin tomarla. Por ello, se recomienda utilizarla solo cuando sea realmente necesario y siempre bajo supervisión médica”, expresó la doctora Drerup.
Recomendaciones para un uso seguro y responsable de la melatonina
Para utilizar la melatonina de manera adecuada, los expertos sugieren tener en cuenta las siguientes pautas:
- Evite la automedicación: no consuma melatonina sin la recomendación de un profesional.
- Consulte con un médico antes de iniciar: es necesario contar con una evaluación médica que confirme si su uso está justificado.
- Use solo productos autorizados: verifique que el suplemento esté aprobado por autoridades sanitarias para asegurar su calidad.
- Adapte la dosis y duración a sus necesidades: la cantidad y el tiempo de uso deben ajustarse bajo supervisión médica.
- Comience con la dosis más baja posible: así se disminuyen los riesgos de efectos adversos y se evalúa mejor su efectividad.
- Evite el uso prolongado sin seguimiento profesional: no prolongue su consumo sin controles médicos periódicos.
- No la combine con otros medicamentos sin orientación: siempre consulte si está tomando otros tratamientos.
- Mantenga hábitos de sueño saludables: una buena rutina de descanso puede potenciar sus efectos o incluso hacer innecesario el suplemento.
Debe tener hábitos saludables. Foto:iStock
¿Qué hábitos pueden mejorar el sueño antes de recurrir a la melatonina?
Antes de optar por suplementos, el especialista Carlos Alva-Díaz aconseja implementar estrategias que favorezcan el descanso natural y continuo. Dormir entre 7 y 8 horas seguidas cada noche permite recuperar energías y mantener el bienestar general. Estas son algunas recomendaciones:
- Establezca horarios regulares de sueño: acuéstese y levántese a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana.
- Procure dormir sin interrupciones: cree un ambiente tranquilo y cómodo para favorecer el sueño continuo.
- Evite comidas y bebidas pesadas en la noche: cene al menos dos horas antes de dormir y limite la ingesta de líquidos.
- No tome siestas después de las 3 p. m.: las siestas tardías pueden interferir con el sueño nocturno.
- Relájese antes de dormir: leer, ducharse con agua tibia o practicar meditación puede ayudar.
- Reduzca el uso de pantallas antes de dormir: apague dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse.
- Controle el estrés diario: practique técnicas de relajación o mindfulness para disminuir la ansiedad.
- Haga ejercicio con regularidad: mantenga una rutina física, pero evite ejercitarse justo antes de dormir.
- Evite sustancias estimulantes: no consuma cafeína, alcohol ni tabaco en las horas previas al descanso.
- Cuide el entorno del dormitorio: procure una habitación fresca, sin ruido, con poca luz o iluminación cálida antes de dormir y completamente oscura al momento de conciliar el sueño.
Milenka Duarte
El Comercio (Perú) / GDA.
Bebidas con melatonina natural para mejorar el descanso y sueño
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por El Comercio (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.