El primer intento de negociación con el Eln se produjo bajo el gobierno de Alfonso López Michelsen. Esos acercamientos se dieron luego de que la guerrilla recibió uno de sus más duros golpes –la operación Anorí de 1973–, cuando fue desarticulado el bloque comandado por sus principales integrantes, incluido Fabio Vásquez Castaño. La guerrilla propuso entregarse a cambio de una amnistía, pero dicho evento nunca pudo concretarse.
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En los 90, el presidente César Gaviria inició diálogos con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (integrada por las Farc, el Eln y el Epl) en Caracas (Venezuela), y luego en Tlaxcala (México), pero sus esfuerzos se vieron frustrados tras el asesinato en marzo de 1992 del exministro Argelino Durán Quintero a manos de guerrilleros en Norte de Santander.
Durante el gobierno de Ernesto Samper, debilitado por el escándalo de la narcofinanciación de su campaña, el Eln intensificó los secuestros de civiles. En aquel momento emergió la figura de Werner Mauss, un alemán que sirvió como contacto con la guerrilla para intentar entablar diálogos y que fue fundamental para la liberación de ciudadanos de ese país. Sin embargo, en 1996, y cuando mediaba para la liberación de la ciudadana alemana Brigitte Schoene, fue capturado por el Comando Antiextorsión y los acercamientos se frustraron.
A comienzos de 1998, en Maguncia (Alemania), se hizo un nuevo intento. En esa ciudad, la sociedad civil y el Eln firmaron un compromiso para impulsar la Convención Nacional (la agenda de negociación del Eln) a cambio de respeto al derecho internacional humanitario, empezando por el fin del secuestro. Ese acuerdo nunca fue cumplido por el Eln, que a comienzos del gobierno Pastrana perpetró el trágico atentado contra el oleoducto Central, en Machuca, Antioquia, donde murieron calcinadas más de 80 personas.
Concentrada en el proceso de paz con las Farc en el Caguán, al final fallido, la administración Pastrana pretendió crear una zona de despeje para el Eln en el sur de Bolívar. La oposición de los grupos paramilitares, que le habían quitado a sangre y fuego el control de esa zona histórica al Eln, impidieron ese paso. Y el grupo guerrillero siguió protagonizando violaciones al DIH, como los secuestros masivos del avión de Avianca, la iglesia de La María y el kilómetro 23 en Cali y el de la ciénaga del Torno en el Caribe.
Los borradores de acuerdo con el Eln durante los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe fueron incontables. Con Uribe, inclusive, se llegó a discutir la idea de financiar el sostenimiento de sus hombres mientras se iniciaba el proceso de paz, a cambio de que dejaran el secuestro. La idea finalmente no prosperó.
A finales del 2013 se iniciaron los diálogos exploratorios con el gobierno Santos, primero con Frank Pearl y luego con Juan Camilo Restrepo. Los diálogos se llevaron a cabo en Quito (Ecuador) y allí, el 30 de marzo de 2016, se firmó el primer punto de la agenda. En la administración de Iván Duque el proceso apenas se mantuvo vivo formalmente, hasta que el Eln perpetró el ataque contra la Escuela de Cadetes General Santander en enero de 2019, que dejó 23 estudiantes muertos y más de 80 heridos.