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hace 2 semanas
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La energía en el Parque Norte de Medellín estalló cuando el sol comenzó a caer y las primeras notas de música electrónica envolvieron a más de 30 mil de asistentes.
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Ritvales, el festival que nació en 2012 como una simple fiesta de Halloween, regresó convertido en una celebración de escala masiva, uniendo a trotamundos del 'techno', el 'house' y el 'psy-trance' con un público ávido de ritmos intensos y dos noches interminables.
Las luces, el sonido y el pulso de la música transformaron cada rincón del parque en una experiencia inmersiva, donde los cuerpos se movían al compás de los beats de leyendas internacionales y talentos emergentes, en una sinergia que convirtió el evento en un latido vivo dentro de la ciudad.
Así se veía el escenario del festival Ritvales.
Foto:Juan Diego Torres. EL TIEMPO
El festival Ritvales se llevó a cabo los días 2 y 3 de noviembre en el Parque Norte de Medellín, reuniendo a destacados artistas de la música electrónica en cuatro escenarios.
El escenario principal, Vortex, albergó el sábado a Jamie Jones, Hot Since 82, Mau P, Francis Mercier, Nitefreak, y un especial B3B entre Bart Skils, Victor Ruiz y Oscar L. El domingo, este mismo espacio contó con la presencia de Above & Beyond, Vintage Culture, Jan Blomqvist, Nora En Pure y Sevenn.
En el escenario Metro, el sábado el dúo italiano Mathame presentó por primera vez en Colombia su experiencia audiovisual Neo, junto a KOROLOVA, Olympe, Lyke y Till Von Sein. El domingo, el sello Higher Ground de Diplo dirigió el escenario con actuaciones de Maya Jane Coles, Ahmed Spins B2B Maz, Lee Foss B2B Skream, y Sasha B3B Patrice Baumel B3B Franky Wah.
El “Plaza” ofreció una propuesta de techno con Maceo Plex, Popof x Space 92, Jimi Jules, Mano Le Tough y Raxon el sábado, y el domingo estuvo a cargo del sello Artcore de Indira Paganotto con Patrick Mason, Dax J, Onyvaa y Vitalic en directo.
El escenario Tunnel contó el sábado con Ellen Allien, DJ Øtta, Fatima Hajji y Daria Kolosova. El domingo, el espacio fue liderado por TRYM, Shlømo, Alignment, Chris Liebing y Len Faki.
Daniel Florez, director creativo de Breakfast Live, explica que Ritvales comenzó como una fiesta de Halloween y ha evolucionado hasta convertirse en un evento de gran escala.
En entrevista con EL TIEMPO, Daniel Florez estima que este tipo de evento puede aportar hasta cinco millones de dólares a la economía de la ciudad con el apoyo de 800 personas trabajando desde la planeación hasta la ejecución el día del festival.
¿Qué los motivó a crear Ritvales?
Cuando empecé en la universidad, la oferta cultural en Medellín era limitada; no había grandes conciertos o festivales. Quería crear un espacio donde la gente pudiera disfrutar de la música con sus amigos. Ese sueño y mi amor por la música me llevaron a trabajar en la organización de eventos, y hoy en día me enorgullece contribuir a la industria musical en Medellín.
Ritvales comenzó como una fiesta de Halloween, ¿cómo evolucionó hasta convertirse en un macro festival?
Fue el propio mercado y las tendencias las que impulsaron el crecimiento del evento. La premisa es ofrecer música de alta calidad y artistas de primer nivel, para que cualquier persona, sin importar sus gustos, encuentre algo que le guste. Ritvales no solo es un espacio de música, sino un punto de encuentro para personas con distintos intereses.
Con la saturación de eventos en Colombia, ¿cómo logra Ritvales diferenciarse?
El reto está en ofrecer una experiencia fresca y de alta calidad en todos los aspectos. Cuando asiste a un evento de Ritvales, puede estar seguro de que la producción es impecable: el sonido, los artistas y la logística están pensados para que el público viva algo único. Buscamos no repetir lo que otros ofrecen, sino presentar un diferencial en cada edición.
¿Qué impacto tiene Ritvales en la economía de Medellín?
El festival moviliza a miles de personas, de las cuales un 40% vienen de fuera de la ciudad. Esto genera ingresos significativos para sectores como hotelería, transporte y comercio. Ritvales aporta directamente a la economía de Medellín, generando una “derrama económica” que se traduce en beneficios para la ciudad.
¿Alguna anécdota memorable de ediciones anteriores?
El año pasado, varios artistas cancelaron a última hora por problemas de salud. A pesar de ello, logramos reemplazarlos con DJs de igual o mejor nivel, sorprendiendo al público y demostrando la confianza que tienen las agencias y artistas en nuestro festival. Esta experiencia reafirmó nuestro compromiso y solidez en la industria.
JUAN DIEGO TORRES
PARA EL TIEMPO
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