Mayor eficiencia en el gasto público, entre los caminos que quedan para enderezar las finanzas del Estado, según José Ignacio López, presidente de Anif

hace 4 meses 77

el Gobierno tiene muy poco margen de maniobra para enderezar las finanzas públicas, y si bien el anunciado recorte de 28 billones de pesos al Presupuesto del presente año es una señal positiva, pues con esta acción se busca cumplir con la Regla Fiscal, el esfuerzo que se está haciendo resulta insuficiente frente a las necesidades que en ese frente tiene el país.

Conforme a los criterios de

Se necesitan acciones más urgentes, como asegurar una ejecución del presupuesto acelerada para lo que resta del año. Pero, más allá de esta decisión de corto plazo, es urgente, desde el punto de vista estructural, tener una discusión seria de eficiencia del gasto y de tamaño del Estado, según lo plantea José Ignacio López, presidente del centro de estudios económicos Anif, para quien, además, ante limitada salida de subir más los impuestos debido a su efecto impopular, la única solución viable es poner en cintura el gasto y eso significa priorizar cuál es el que genera mayor impacto positivo.

En entrevista con EL TIEMPO, advierte, además, sobre el riesgo que corre el Gobierno de cometer el mismo error de aprobar un presupuesto con unos supuestos de ingresos excesivamente 'optimistas o desfasados', lo cual genera incertidumbre, dudas sobre el cumplimiento de la regla fiscal y en últimas, un mayor costo de financiamiento.

¿Es suficiente el recorte de 28 billones de pesos anunciado por el Gobierno para enderezar las finanzas del país?

Nosotros esperábamos uno más amplio. La cifra anunciada se podría quedar corta; no obstante, creo que es un buen anuncio, pues los mercados valoran el esfuerzo que hace el Ministerio de Hacienda por cumplir la Regla Fiscal. Es probable que para que ese objetivo se logre no bastará solo con este recorte sino que, probablemente lo que necesitamos es ver que la ejecución (del presupuesto) cierre el año al ritmo que ha venido ocurriendo durante todo el año. Tenemos un recaudo muy por debajo de lo estimado y eso está abriendo una brecha en términos del déficit por ese faltante de ingresos.

¿Cuál será el impacto de ese recorte en la inversión pública y el crecimiento de la economía?

Acá puede haber una tensión entre el efecto keynesiano, que es que el gasto público estimula la actividad y otro 'contra keynesiano clásico', que es un déficit fiscal y una prima de riesgo alta que frena la actividad tanto del sector público como del privado. Creo que Colombia se encuentra hoy en el segundo terreno y dado que hemos tenido déficits ficales muy persistentes, creo que  sería mejor política de estímulo tener unas finanzas públicas más en cintura que pensar en ese efecto multiplicador. 

En la práctica, ese efecto multiplicador del gasto está siendo más bajo, entre otras razones, porque hay poca ejecución, aquí no está sucediendo que hay unos proyectos que se están ejecutando y se están frenando, sino que hay unos proyectos con partidas presupuestales que no se están haciendo. Entonces, el recorte es la manifestación de una política que ha sido poco eficaz en materia de inversión. El recorte no está afectando el crecimiento en esa dirección. Ahora, en la medida en que no solo hay  recorte sino que, desde el punto de vista de asignación del presupuesto se restringen más los recursos, es normal que en las cifras de cuentas nacionales veamos al sector público que empieza a desacelerarse, lo cual es consistente con lograr ese balance fiscal.    

Comisiones económica conjuntas de Senado y Cámara, en el salón elíptico del Congreso, en el debate sobre presupuesto nacional del 2025.

Comisiones económica conjuntas de Senado y Cámara, en el salón elíptico del Congreso, en el debate sobre presupuesto nacional del 2025.

Foto:Miltón Díaz. EL TIEMPO. @miltondiazfoto

Cuando menciona que ese recorte no es suficiente para enderezar las finanzas públicas, se refiere a que este debe estar acompañado de mayor austeridad en el gasto público...

Ese es un tema muy importante porque hay recortes de recortes, y en general, lo que debe perseguir el Gobierno es proteger los rubros de inversión y fijarse en dónde hay espacio para reducir el gasto en funcionamiento, que no tiene esas propiedades tan positivas de externalidades y multiplicadores de gasto como sí lo pueden tener los proyectos de inversión. Lo que hemos dicho es que en la priorización del gasto es muy importante la eficiencia. El Gobierno está recortando, en cierta medida, donde lo puede hacer, creemos que se está haciendo la tarea, o por lo menos, el esfuerzo de un ajuste ordenado del gasto. 

Sin embargo, nos preocupa que en la discusión del presupuesto estemos cometiendo los mismos errores del año pasado, repitiendo la misma historia de aprobar un presupuesto muy ambicioso con unos supuestos de ingresos excesivamente optimistas o desfasados, que obligarán a que, durante el 2025, se tenga que ir recortando esos supuestos de ingresos y de gasto, con un factor negativo y es que ese proceso genera mucha incertidumbre, dudas sobre el cumplimiento de la regla fiscal y, en últimas, un mayor costo de financiamiento, cuando esto se puede evitar desde ahora. 

El Presupuesto General de la Nación del 2024 tenía un supuesto de ingresos de 352 billones de pesos, pero vamos a cerrar el año con 276 billones, es decir, el Gobierno sobre estimó sus ingresos en 76 billones de pesos, casi cuatro reformas tributarias, por eso nos preocupa que en el 2025 repitamos esa situación, porque con una inflación a la baja  y con una economía creciendo al 2,5 por ciento, no vemos cómo se logrará un aumento del 24 por ciento de los ingresos el próximo año.      

¿De cuánto debió ser el recorte que se necesitaba, según Anif?

Lo que nosotros dijimos fue que si el Gobierno materializaba un recorte de unos 33 billones de pesos había posibilidad de cumplir la Regla Fiscal, sobre todo, por el tema de la subejecución. Al final el reconocimiento explícito fue menos y eso en últimas lo que generará es incertidumbre de acá a enero de si se cumplió la Regla Fiscal, lo cual tendrá será costoso desde el punto de vista financiero, porque los inversionistas  internacionales al no tener certeza del cumplimiento de dicha regla tendrán su mira puesta en cuál será el proceso de calificación del 2025, si habrá deterioro de esta y por tanto, mayores tasas de interés. Pero si el ritmo de ejecución con corte a octubre se replica entre noviembre y diciembre se cumple la regla fiscal. Pero el recorte anunciado, repito, no es suficiente como para generar esa certeza.     

Hay tiempo para hacer esas correcciones y qué se necesita para lograr el equilibrio fiscal que el país necesita...

Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.

Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.

Foto:Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI)

Creo que en este momento ya estamos casi que jugados y la suerte estará en cómo cierra la ejecución este año, yo aún soy optimista en que se puede cumplir la Regla Fiscal, veo y celebro que el ministro (Ricardo Bonilla) y su equipo económico estén en ese esfuerzo, claro ahí siempre habrá una tensión inherente, el ministro siempre enfrenta presiones de gasto por parte de sus colegas y de los diferentes agentes cuando ocurren hechos como, por ejemplo, problemas con la ola invernal que demandan necesidades de gasto, entonces, siempre es una tares difícil, pero el ministro está buscando cerrar esas cuentas fiscales en consistencia con lo anunciado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.

Desde el punto de vista estructural creo que el país debe empezar a tener una discusión seria de eficiencia de gasto y de tamaño del Estado, porque en últimas, una reflexión que que quizás no estamos teniendo en cuenta es por qué el recaudo va tan mal cuando tuvimos dos reformas tributarias recientes que aumentaron de forma importante los impuestos a empresas y personas, sobre todo a los asalariados, pero el recaudo no responde. Hay una preocupación porque ya las ideas de recaudo comienzan a ser muy marginales a menos que tengamos una reforma tributaria con la que se amplíen las bases del IVA y las de Renta, propuestas que los economistas han hecho, pero que son muy impopulares. Creo que el país se está acercando a un momento decisivo en el que se dé la discusión de, si es ampliamente impopular más aumento de impuestos, pues la única solución viable es poner en cintura el gasto y eso significa priorizar cuál es el que genera mayor impacto positivo, aquel que está protegiendo a los más vulnerables y cuál el que en términos de burocracia o de un Estado más garantista no será posible financiar.   

¿Qué tanto las reformas que se discuten en el Congreso juegan a favor o en contra  de las finanzas del país? 

En este Gobierno hemos tenido unas reformas ambiciosas en lo social, pero con unas cuentas fiscales que preocupan, porque finalmente la reforma pensional aplica una presión de gasto muy fuerte en el largo plazo, aunque es una reforma que genera un problema de sostenibilidad fiscal en el futuro; estamos en la discusión del Sistema General de Participaciones (SGP) que no es una presión tan a futuro sino de un horizonte de 8 o 10 años; la reforma a la salud, que está asociada con unos costos importantes, entonces diría que esa reformas sociales vienen con promesas, por tanto, repito, tenemos que empezar a tener la discusión seria de qué tanto podemos cumplirlas, porque al final con ese volumen el Estado siempre termina incumpliéndole a alguien. 

Leer Todo el Artículo