Que aumente la demanda de energía eléctrica en Colombia no es una mala noticia, todo lo contrario, es una señal de que la economía del país está creciendo. Lo que sí es preocupante es que el balance entre la oferta y la demanda está muy estrecho
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Es decir, aunque un mayor crecimiento económico es positivo, también representa una presión adicional para el sistema eléctrico porque el parque de generación no está creciendo a la velocidad que se requiere para atender esta mayor demanda.
De acuerdo con la presidenta de Acolgén, Natalia Gutiérrez, citando datos de la Upme, la demanda sigue creciendo entre un 3 y 4 por ciento, mientras que el parque de generación ha dejado de crecer desde hace varios años.
"Nosotros hicimos un inventario de las últimas subastas de energía eléctrica y estamos viendo que la tasa de entrada de proyectos cada vez está mucho más baja", comentó durante su participación en el conversatorio 'Riesgos y desafíos de la seguridad energética en Colombia', organizado por EL TIEMPO.
La alarma que está situación levanta es que cada vez es más difícil construir un proyecto en el país por problemas sociales y ambientales, por señales de política pública para expandir el parque de generación y la falta de señales de mediano y largo plazo.
Se tiene una oportunidad grandísima para hacer inversiones de 13.000 millones de dólares
Esto ha llevado a que la estrechez entre la oferta y la demanda sea actualmente del 4 por ciento, pero el próximo año se reducirá al 1 por ciento, algo que no se había visto en este país en los últimos 30 años porque los números siempre eran de dos dígitos.
Según explicó Alfredo Trespalacios, experto en energía, si la relación entre la oferta y la demanda se hubiese mantenido constante desde el 2000 hasta la fecha, la capacidad instalada del país tendría que haber crecido 12.000 megavatios en estos 24 años.
Sin embargo, la realidad es que solo se han construido aproximadamente 8.000 megavatios nuevos de capacidad instalada para la generación de energía eléctrica, lo cual significa que aún hay un rezago de 4.000 megavatios.
"Si queremos un sistema que se parezca al que teníamos en el 2000, se tiene una oportunidad grandísima para hacer inversiones de 13.000 millones de dólares lo más rápido posible para solucionar ese rezago", comentó.
No obstante, Natalia Gutiérrez aseguró que, para hacer estas inversiones, el sector no necesita recursos del Presupuesto General de la Nación, sino solo señales de política pública que les permita a las empresas hacer esas inversiones billonarias.
Lo que hemos tenido estos años es una profunda desconfianza sobre el
sector privado
"Para atender la demanda, los cálculos indican que de aquí al 2027 se tendrían que invertir entre 10 y 12 billones de pesos, eso es casi la reforma tributaria por la que se está peleando en este momento en el Congreso de la República", agregó.
Mientras que para el exministro de Minas y Energía, Tomás González, lo único que esperan los inversionistas del sector eléctrico para poder desarrollar nuevos proyectos de generación es saber que van a poder recuperar sus costos de manera eficiente.
"Si esto no está, los inversionistas se frenan. Lo que hemos tenido estos años es una profunda desconfianza sobre el sector privado, la capacidad de trabajar con el sector privado se ha deteriorado y esas señales se han pervertido", dijo.
Una muestra de esto ha sido la intención del presidente Gustavo Petro de asumir las funciones generales de la Creg, no haber nombrado comisionados independientes y en propiedad en la Creg y las afirmaciones en contra de nuevas inversiones en el sector térmico.
Por ello, el exministro manifestó que lo fundamental que se debe hacer en este momento es enviar señales adecuadas de inversión y decirles a los inversionistas con claridad que pueden invertir en Colombia.
¿Hay riesgo de un racionamiento de energía eléctrica?
Nunca habíamos estado en una situación tan estrecha como la que tenemos en este momento
Por esta estrechez que existe entre la oferta y la demanda, la presidenta de Acolgén también señaló que una próxima sequía, dependiendo de lo intensa o larga que sea, podría traer hasta un desabastecimiento de energía eléctrica en Colombia.
Este riesgo se podría materializar porque no llegaron las lluvias que se esperaban desde agosto y, aunque actualmente está lloviendo, no ha sido con la intensidad que normalmente se espera para este mes ni en las zonas que se necesitan para llenar los embalses, lo cual ha impedido que alcancen un nivel óptimo.
Esto ha llevado a que se aumente la generación térmica a unos niveles que nunca habían sido normales para esta época del año, se suspendieron las exportaciones de energía eléctrica a Ecuador y se activó el Estatuto de Riesgo de Desabastecimiento.
Este mecanismo se creó hace 10 años, en el 2014, pero no se había utilizado porque "nunca habíamos estado en una situación tan estrecha como la que tenemos en este momento", dijo Natalia Gutiérrez.
Otro aspecto que podría materializar este riesgo, según el exministro de Minas y Energía, Tomás González, es que se presente un daño en una planta de generación, como ocurrió a comienzos del 2016 en la hidroeléctrica de Guatapé.
Deberíamos pensar en una reducción del 10 por ciento en la demanda en los hogares
Además, si la generación térmica sigue siendo alta, como ha ocurrido este año, el gas natural que se tiene actualmente en el país podría ser insuficiente para que estas plantas sigan operando, ya que en los últimos años han venido disminuyendo las reservas de gas natural y hay faltantes importantes para los próximos años.
Ante este panorama, la presidenta de Acolgén afirmó que la única alternativa que se puede implementar en el corto plazo para evitar un racionamiento es ahorrar energía eléctrica porque en dos meses no va a aparecer nueva generación en el país y en diciembre comienza la época de verano.
"Debemos empezar inmediatamente a hacer un consumo consciente y empezar a reducir los consumos de energía eléctrica, sin reducir la producción empresarial. Deberíamos pensar en una reducción del 10 por ciento en la demanda en los hogares", manifestó Alfredo Trespalacios.
Mientras que para el mediano y largo plazo, según la líder gremial, se necesitan nuevas subastas que permitan asegurar más energía firme para atender la demanda de los colombianos.
Esto teniendo en cuenta que, aunque los proyectos solares se pueden construir mucho más rápido y tienen menos incidencias sociales y ambientales, se ha convertido en todo un reto poder encontrar puntos de conexión y capacidad en la red para poder conectar estos proyectos.
Además, los proyectos solares no dan la confiabilidad que sí brindan otras tecnologías como la hidráulica y térmica. "Nosotros hemos superado los últimos cinco fenómenos de El Niño gracias al parque hidráulico y termino que tememos", manifestó.