ArtBo (Feria Internacional de Arte de Bogotá) se creó en 2004 y con el paso de los años se convirtió en una de las insignias de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), pasando de 14 galerías nacionales y 15 de nivel mundial, en su primera edición, a 67 exposiciones artísticas en 26 países.
Por su parte, la Bogotá Fashion Week cerró su séptima edición (2024) con una participación de más de 18.000 personas en el Ágora Centro de Convenciones y fue el espacio idóneo para realizar más de 500 citas de negocios de calibre internacional entre grandes de la industria, generando expectativas de negocio por 3,3 millones de dólares.
Una de las mentes maestras que hicieron posibles estas iniciativas, que han llenado de cultura la capital y han sonado en Colombia por su relevancia, es la de María Paz Gaviria, quien también realizó proyectos como Bogotá Audiovisual Market, Bogotá Music Market y el Festival de Artes Vivas de Bogotá. Luego de 13 años bajo estas y otras direcciones artísticas, Gaviria anunció esta semana su retiro de la entidad.
“Con el corazón lleno de gratitud, comparto que cierro un ciclo profundamente significativo en mi vida (...). Concluyo un capítulo que ha sido más que un trabajo, ha sido una misión y un compromiso con el desarrollo de nuestra ciudad y nuestro país”, dijo en un comunicado.
En conversación con EL TIEMPO, esta historiadora del arte de la Universidad de Columbia se sinceró sobre su futuro y habló sobre el componente cultural del país.
¿Fue una decisión suya querer cambiar de aire o hubo algo que la impulsó a salir de la CCB?
Me voy con una labor hecha, profunda y satisfecha, luego de trabajar junto a cuatro presidentes de la Cámara de Comercio de Bogotá. Me acuerdo de que en un inicio, me llamó Consuelo Caldas, porque alguien le había dicho que María Paz Gaviria era perfecta para la dirección de la ArtBo. Siento que en el cargo que ocupé tuve la posibilidad de construir país, de generar un entorno para la cultura, de promoción, posicionamiento y pude crear espacios de encuentro para lo social. Sin duda, sabemos que con esto se ha aportado al desarrollo económico de nuestra capital y de la cultura.
¿En el futuro seguirá por la misma línea?
Me voy para abrir nuevos caminos. Mi línea siempre ha sido el desarrollo cultural, social y empresarial. Yo creo que estoy abierta a nuevas posibilidades, aunque no me voy al Ministerio de las Culturas. Agradezco que piensen en mi nombre para esos espacios. Siempre he sido una apasionada de la política. De hecho, considero que el arte y la cultura son un reflejo de la sociedad y creo profundamente que son el camino para la transformación.
Se cree que el motivo de su salida es por enfrentamientos entre la Cámara de Comercio, el Gobierno Nacional y el local, ¿es así?
No. Siempre recibí un gran respaldo de los miembros de la junta directiva. Creo que uno de los puntos de unión y de institucionalidad de la Cámara se ha atravesado desde la cultura y además estoy segura de que continuará un gran legado cultural. Estuve muy a gusto mientras trabajé allí.
También se cree que podría entrar en el mundo de la política, ¿siente que podría ser ficha de alguien, comenzando por su familia?
Yo no he recibido llamadas del Gobierno Nacional y no estoy considerando esas posibilidades. Es natural que se piense esto, por el papel en el que he sido visible y por la conexión que tiene mi familia con la política. Pero no estoy considerando esa posibilidad en el momento. En realidad, no estoy mirando ese tipo de proyectos. He recibido muchas invitaciones desde diferentes ámbitos. De todas formas, es un momento para el respiro y para analizar nuevas posibilidades de servir a la comunidad.
¿Cuáles cree que fueron sus grandes logros?
Yo me vinculé a la Cámara en el 2012 y fui nombrada directora de ArtBo Feria, que creció como un programa integral para las artes plásticas. Esto también tuvo programas expositivos, donde abrimos un espacio para las artes plásticas, lugares para la internacionalización, de democratización, además, trabajamos para la formación de artistas. Tuve la posibilidad de estar en espacios como Bogotá Fashion Weekend, de participar en iniciativas para la gastronomía, para la música a través del Bogotá Music Market.
Entre los aciertos también estuvo crear espacios como ArtBo Fin de Semana y Bogotá Fashion Weekend, que, diferente a la Fashion Week, es gratuita y abierta al público. Otro triunfo fue trabajar en el tejido vivo empresarial, con los agentes, artistas, gestores que mueven la industria y abren espacios de encuentro social. Esto también permite crear espacios descentralizados, que es una de las grandes apuestas que ha tenido la CCB en los últimos años. Hablamos también de la inclusión de sectores como San Victorino o abrir ventanas a artistas en las regiones.
¿Cómo mira a Bogotá hoy desde el punto de vista cultural?
La ciudad y Colombia tienen un posicionamiento en el exterior. Bogotá es reconocida como capital de la música. Incluso, tenemos una de las principales ferias de arte en América Latina. También, en materia audiovisual y de cine, porque el desarrollo de las industrias ha traído un enorme desarrollo económico al país y Bogotá sigue siendo un lugar para mirar en estas temáticas.
REDACCIÓN CULTURA