Los verdaderos motivos por los que hay protestas de campesinos que laboran cerca de los páramos de Colombia

Los agricultores y campesinos de los páramos de Santurbán, Almorzadero y Cocuy se unieron en una sola voz para que el gobierno nacional los escuche. Su forma de protestar se está dando con bloqueos viales en varias zonas del país, Santander y Norte de Santander son los departamentos más afectados por la falta de paso vehicular por las vías nacionales. 

No hay paso en el corregimiento de Berlín, Tona; en el peaje del Picacho; en la vía Tona- Gramal; en Vetas- California. Hay paso intermitente en la vía San Gil - Bogotá; Curos - Málaga y de Bucaramanga hacia Cúcuta. 

Los protestantes le contaron a EL TIEMPO las causas por las que están tomando las vías de hecho, indicaron en primer lugar que se debe a las leyes ambientales que los afecta directamente a ellos. 

Mencionan que hay una delimitación que no les permite trabajar y por eso se niegan a la frontera agrícola y a la ley 1930, en el que para ellos, los lleva al 'despojo total de las tierras'.

Por ejemplo, Yerson Sierra, campesino de Berlín, dijo que los están tildando de mineros que no cuidan el agua y mucho menos el páramo. 

"Estamos en una protesta pacífica, luchamos por nuestros derechos porque el campesino siga en el territorio. No nos dejan tierras para cultivar, quieren apropiarse de las tierras para que el campesino no pueda trabajar", asegura Sierra. 

Cielito Flórez, otra agricultora que se encuentra en el bloqueo en Tona, explicó que seguirán en pie de lucha en el paro hasta que haya una respuesta del Gobierno nacional. 

Piden que los dejen cultivar porque con la 'frontera agrícola' no se le permite como lo han hecho en décadas pasadas. 

"No nos dicen sálganse, pero con todo eso nos dicen que no podemos laborar, son muchas afectaciones, nos vulneran el derecho a la vida, como campesino. Nosotros abastecemos a Santander en su canasta familiar, no es como nos pintan, que somos contaminantes, somos los guardianes de estas tierras", contó a este medio. 

Reveló que pasaron un pliego de peticiones y ya el Ministerio de ambiente lo tiene. Ante este comunicado se pidió una mesa de diálogo y trabajo para buscar soluciones. 

Solo en Berlín son más de siete mil habitantes los afectados, sin contar los campesinos que están en el Almorzadero o Cocuy. 

"Somos cantidades, nos están obligando a trasladarnos a una ciudad, a no vivir dignamente, a pedir limosna, eso es un problema, solo sabemos labrar la tierra, ¿Qué más vamos a hacer?", menciona Cielo preocupada. 

EL TIEMPO consultó con el abogado Hernán Morantes, quien explicó que la ley 1930 está ejecutándose desde hace aproximadamente siete años, y es la que establece la delimitación del páramo, pero, aclaró que con esta norma solo se impide que grandes proyectos en inmediaciones del ecosistema se puedan realizar. 

"Hay que aclarar que esta ley sí permite la actividad agropecuaria que tiene su pequeño proyecto agrícola, debe ser de bajo impacto, sí se puede continuar haciendo sus actividades del territorio, si tiene su vaca, su oveja, sí puede, es mentira que se les va a desalojar de territorio", explicó. 

En cuanto a la frontera Agrícola, que es la que define el límite de la actividad agropecuaria, asegura Morantes, que el pequeño campesino sí puede seguir laborando. Lo que no se permite es realizar su trabajo en cercanías de las lagunas de los páramos porque es zona frágil. 

"No es cierto que se desarraigue o se desaloje a los campesinos del territorio, de hecho, que muestren cuál es el primer campesino que será judicializado por hacer actividades agropecuarias, que ha sido sancionado por realizar esta actividad". 

Melissa Múnera 

Redacción Nación- EL TIEMPO.