La memoria es fundamental en nuestra vida diaria, ya que nos conecta con el pasado, permite gestionar el presente y planificar el futuro.
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Sin embargo, factores como el estrés, el envejecimiento y los hábitos cotidianos pueden afectar su funcionamiento, explican los expertos en salud.
Richard Restak, neurocientífico y autor reconocido, comparte en su libro 'La guía completa de la memoria: la ciencia de fortalecer la mente' siete estrategias prácticas para fortalecer esta capacidad esencial.
De acuerdo con Mayo Clinic, hay varios comportamientos que determinan que la salud del cerebro se está deteriorado. Entre las actitudes:
- Hacer las mismas preguntas muchas veces.
- Olvidar palabras comunes al hablar.
- Mezclar las palabras; por ejemplo, decir la palabra cama en lugar de mesa.
- Demorarse más en realizar tareas conocidas, como seguir una receta.
- Extraviar cosas y colocar objetos en lugares inapropiados, como poner una billetera en un cajón de la cocina.
- Perderse al caminar o manejar en una zona conocida.
- Tener cambios en el estado de ánimo o en el comportamiento sin razón aparente.
Los siete trucos del neurólogo Richard Restak para fortalecer y cuidar la memoria: prestar atención
Una de las razones principales detrás de los olvidos es la falta de atención al momento de recibir la información. Restak sugiere que enfoque la atención de manera activa utilizando técnicas como la visualización.
Por ejemplo, al aprender un nombre nuevo, se puede asociar con una imagen o contexto que lo haga más memorable. Este esfuerzo consciente ayuda a fijar la información de manera más efectiva.
Incorporar juegos para entrenar la memoria
Actividades como el ajedrez, el dominó o los juegos de cartas son herramientas excelentes para mantener el cerebro en forma. Restak destaca el juego de las 20 preguntas como una opción ideal, ya que obliga a los participantes a recordar y relacionar información de manera estratégica mientras intentan descubrir un objeto, persona o lugar..
Practicar la memorización en tareas diarias
El especialista propone desafíos cotidianos que estimulen la memoria, como memorizar la lista de compras en lugar de escribirla o recordar rutas sin depender del GPS. Estas actividades simples pero efectivas fortalecen la capacidad del cerebro para manejar y retener información.
Reducir la dependencia tecnológica
La tecnología puede ser una aliada, pero también representa un riesgo para la memoria. La "distorsión tecnológica", que ocurre cuando delegamos el recuerdo de datos básicos a dispositivos electrónicos, y la "distracción tecnológica", provocada por notificaciones constantes, pueden debilitar nuestras capacidades cognitivas. Restak recomienda limitar el uso de dispositivos digitales y entrenar la memoria mediante el recuerdo deliberado de datos como números de teléfono o direcciones.
Leer novelas de ficción
La lectura activa, especialmente de novelas, tiene un impacto significativo en la memoria. Según el autor, este hábito exige recordar detalles y conectar eventos previos de la trama, lo cual estimula las áreas cerebrales responsables del recuerdo y la atención. Leer historias también mejora la comprensión y mantiene la mente activa.
Proteger la salud mental
Los estados emocionales como la ansiedad, el estrés y la depresión pueden interferir con la capacidad de recordar, distorsionando los recuerdos y resaltando experiencias negativas. Restak subraya la importancia de buscar apoyo profesional para gestionar estas emociones, lo que no solo mejora la calidad de vida, sino que también favorece el buen funcionamiento de la memoria.
Reconocer olvidos normales y preocupantes
Distinguir entre despistes comunes y problemas más graves es esencial. Es normal olvidar dónde estacionamos el auto o un número de habitación de hotel. No obstante, si se olvida cómo llegar a un lugar o datos fundamentales como la dirección personal, es importante consultar a un especialista, ya que esto podría ser indicativo de una condición de salud más seria.
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.