En las últimas semanas, los ojos del mundo se han centrado en el Vaticano, tras la muerte del papa Francisco. Son muchas las dudas que surgen en torno al rumbo de la Iglesia Católica, que tiene más de 1.400 millones de feligreses alrededor del mundo.
Este 7 de mayo inició el cónclave, una reunión que realiza el colegio cardenalicio, conformado este 2025 por 133 cardenales votantes en la Santa Sede, para elegir al nuevo papa, quien será el encargado del rumbo de la iglesia tras su elección y aceptación.
Son muchos los detalles de esta misteriosa reunión que llama la atención, entre ellos, el hecho de que, en las últimas décadas, quienes son elegidos como sumo pontífice cambian su nombre de nacimiento y utilizan un ‘nombre papal’.
Cardenales durante el funeral del papa Francisco. Foto:EFE
Vale la pena mencionar que esto no ha sido así siempre. Esta tradición comenzó alrededor del año 533, cuando el religioso elegido para dirigir la iglesia se llamaba ‘Mercurio’, el nombre de un dios pagano.
El teólogo y experto papal Deutsche Welle Jörg Ernesti explicó en diálogo con DW que en los primeros siglos los papas no cambiaban su nombre, empezando por Pedro, quien fue discípulo de Cristo, y el primer sumo pontífice conservó su nombre.
“El comienzo de esta tradición probablemente ocurrió en el año 533, por vergüenza”, indica el experto.
La historia del Vaticano reseña que Mercurio fue quien inició la tradición de cambiarse el nombre, pues en los primeros siglos, los sumos pontífices conservaban su nombre de nacimiento. El italiano fue el papa 56 de la Iglesia Católica y tras elegir su nombre papal fue bautizado como Juan II.
El papa Gregorio X fue quien estableció las normas del cónclave moderno. Foto:X: @MamelaFialloFlo
¿Cuál ha sido el nombre papal más utilizado?
A lo largo de la historia, la Iglesia Católica ha tenido 266 papas, siendo San Pedro el primero y Francisco el último. El nombre papal representa un legado, pues ha habido sumos pontífices que han optado por nombres compuestos, otros han usado el nombre de su predecesor y otros que han sido utilizados varias veces.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que no es una obligación que quien asuma como sumo pontífice deba cambiar su nombre de pila, es una tradición que, como se dijo anteriormente, comenzó en el año 533 con la elección del papa Juan II.
Algunos de los nombres más usados han sido: Juan, Gregorio, Clemente, León, Pío y Benedicto. Juan encabeza la lista con 23 papas, seguido de Gregorio con 16 y Benedicto con 16. La repetición de los nombres no es casual, pues quien asume lo elige con el fin de continuar un legado o rendir homenaje a los antecesores que admiran.
133 cardenales que elegirán al nuevo Papa están encerrados en la Capilla Sixtin Foto:EFE
¿Cuáles son los nombres que nunca se han usado?
La religión católica tiene una importante cantidad de santos importantes, que muchas veces sirven de inspiración cuando se trata de elegir un nombre papal, como fue el caso del papa Francisco, quien decidió rendirle homenaje a San Francisco de Asís; sin embargo, nombres como Pedro, Jesús, José, Tomás, Esteban, Santiago, Andrés, Marcos o Lucas nunca hayan sido escogidos por un papa.
Teólogos explican que la ausencia del nombre Jesús en la lista de papas es entendible, por razones de respeto y reverencia. Asimismo, indican que cuando se trata de nombres como José o Tomás, puede tratarse de una cuestión de prudencia, pues “muchos de estos nombres están muy vinculados a santos muy populares o a figuras del Nuevo Testamento, cuya carga simbólica resulta difícil de asumir como nombre de gobierno”.
ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO