Las personas que incluyen con frecuencia alimentos ultraprocesados en su dieta podrían enfrentar un mayor riesgo de manifestar indicios tempranos del párkinson, de acuerdo con los resultados de un estudio que analizó la evolución de más de 42.000 personas durante un periodo de hasta 26 años.
La investigación fue publicada en 'Neurology', la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología. Aunque no establece una relación causal directa, sí evidencia una asociación entre este tipo de alimentación y las señales iniciales de la enfermedad.
En busca de los signos prodrómicos
El equipo científico se centró en detectar síntomas no motores asociados con la etapa más precoz del párkinson, conocida como fase prodrómica.
En esta etapa inicial, ya se produce daño en las neuronas, pero todavía no aparecen manifestaciones clásicas como los temblores, la rigidez o la lentitud de movimientos.
Esto dice el estudio. Foto:iStock
Los investigadores evaluaron si existía una conexión entre estos indicios tempranos y el consumo sostenido de productos ultraprocesados.
Según explicó la Academia Estadounidense de Neurología en un comunicado, estas señales pueden comenzar “años o incluso décadas” antes de que se presenten los síntomas más conocidos de la enfermedad.
Alimentos procesados bajo la lupa
El estudio contó con la participación de 42.853 personas, en su mayoría profesionales del ámbito de la salud, con una edad promedio de 48 años al momento de iniciar el seguimiento. De ese grupo, 25.095 eran mujeres. Ninguno de los participantes presentaba párkinson al inicio del estudio.
Durante más de dos décadas, los voluntarios respondieron cuestionarios de salud y se sometieron a revisiones médicas periódicas.
Los investigadores, provenientes también de centros estadounidenses, analizaron si estos individuos exhibían signos prodrómicos, tales como alteraciones en el sueño con movimientos oculares rápidos, síntomas depresivos, dolores corporales persistentes, problemas de estreñimiento, alteraciones en la percepción de colores, somnolencia excesiva durante el día y disminución del sentido del olfato.
Para ello, se consideraron múltiples categorías de productos ultraprocesados: bebidas azucaradas o con edulcorantes artificiales, salsas, cremas para untar, condimentos, snacks dulces o salados, postres industriales, productos cárnicos procesados, alimentos lácteos y postres a base de yogur. Una porción podía equivaler a una lata de refresco, una porción de pastel envasado, un hot dog o una cucharada de kétchup.
Los alimentos procesados empeoran la salud. Foto:iStock
Consumo elevado, mayor riesgo
Los participantes fueron divididos en cinco grupos según su nivel de consumo diario. El grupo con mayor ingesta consumía en promedio 11 o más porciones de estos productos al día, mientras que el de menor consumo no superaba las tres porciones diarias.
Al considerar variables como la edad, la actividad física o el tabaquismo, el equipo observó que quienes se ubicaban en el grupo de mayor consumo tenían 2,5 veces más probabilidades de mostrar tres o más señales tempranas vinculadas al párkinson en comparación con aquellos del grupo con menor ingesta.
Advertencia sobre la alimentación
Xiang Gao, autor principal del trabajo y miembro del Instituto de Nutrición de la Universidad de Fudan en Shanghái, China, enfatizó la importancia de cuidar los hábitos alimenticios: "Comer una dieta saludable es crucial, ya que se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas y las elecciones dietéticas que hacemos hoy pueden influir significativamente en nuestra salud cerebral en el futuro".
Además, agregó: "Cada vez hay más pruebas de que la dieta podría influir en el desarrollo del párkinson". "Nuestra investigación muestra que comer demasiados alimentos procesados, como refrescos azucarados y aperitivos envasados, podría estar acelerando los primeros signos de la enfermedad", dijo.
Limitaciones y necesidad de más evidencia
Si bien los resultados muestran una correlación llamativa, los investigadores subrayan que no se puede afirmar una relación causa-efecto.
Gao lo resume así: "Elegir comer menos alimentos procesados y más alimentos integrales y nutritivos podría ser una buena estrategia para mantener la salud del cerebro", aunque también advierte que se requieren más estudios que respalden esta hipótesis.
Opte por alimentos saludable. Foto:iStock
Entre las limitaciones del estudio, los autores reconocen que el consumo de ultraprocesados fue autodeclarado por los participantes, por lo que existe la posibilidad de errores al recordar la cantidad o el tipo de alimentos ingeridos.
También señalan que la mayoría de los voluntarios eran profesionales de la salud blancos, lo cual reduce la capacidad de extrapolar estos hallazgos a poblaciones con mayor diversidad étnica o económica.
Visión externa de la investigación
Daniel J. van Wamelen, neurólogo del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres, quien no participó en el estudio, ofreció su perspectiva: "Es importante destacar que los síntomas examinados son posibles signos tempranos de la enfermedad de Parkinson, no indicadores definitivos de que alguien vaya a desarrollarla".
También aclaró que "el estudio no hizo un seguimiento de si los participantes fueron diagnosticados con párkinson posteriormente".
"Se trata de una investigación interesante que aborda cuestiones importantes. Sin embargo, la relación con la enfermedad de Parkinson debe considerarse con cautela hasta que se disponga de pruebas más definitivas", señala a Science Media Centre, una plataforma de recursos científicos para periodistas.
EFE.
Párkinson: causas, síntomas y tratamiento | Le tengo el remedio
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de EFE, y contó con la revisión de un periodista y un editor.